El Demonio Tentador.

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- Oye Thresh.

- Dime..

- ¿Por qué puedes dar energía a base de un beso?

- Es como si preguntarás de donde viene la magia.

- Esta bien, si no quieres contestar no lo hagas.. Dios.

Thresh rodeo los ojos y se puso de espaldas para sonreír con las mejillas rojas.

Viego miró la ventana y tocó sus labios con sus dedos, todavía se sentía extraño con el beso que le dio el demonio para darle energía.

Finalmente, el humano se levantó de manera abrupta y se dirigió a la puerta.

- ¿A dónde vas, mortal?

- Cazar almas tal vez, solo.

- No puedes hacer eso.

- Entonces intenta detenerme.

Viego salió por la puerta y la azotó con fuerza, haciendo que Thresh se quedara con una expresión de impacto.

- Este tipo.. Es perfecto..~

Thresh Sonrío ligeramente y pensó en sí debería ir tras el humano.

🍎

-

Pfff ese demonio no me dice que hacer, yo me digo que hacer..

Viego llegó a los más profundo del bosque akane, se veía más sombrío de lo normal pero hacía caso omiso a los semáforos rojos que le enviaba el aspecto del bosque.

Encontró almas tranquilas de color morado y pequeñas que rondaban por ahí, solo le bastaba con tomarlas con las manos y mantenerlas ahí.

Sentía frío y con una sensación de soledad ya que estaba acostumbrado a la presencia de Thresh a la hora de cazar almas pero no tenía ganas de hablar con Thresh por su orgullo.

Veía las almas con seriedad y a la vez con cierta emoción pues estas ayudarían a devolverle a Isolde.. Aunque.. Pensaba si de verdad regresarla, pues ella sufría mucho estando viva.

Mientras caminaba y pensaba en isolde, escucho algo que se rompió a su espalda, como ramas y vidrio pero ignoro eso.

Era una buena o mala costumbre de Viego ignorar todo lo que sucedía a su alrededor cuando reflexionaba.

No salió de sus pensamientos hasta que sintió como impacto contra el suelo por una bestia que rugia como león, fuerte como oso y temible como un demonio.

Era una bestia de cuernos muy grande, con colmillos de jabalí que corría en cuatro patas en las que tenía garras de oro incrustadas.

Al intentar levantarse, la criatura puso fuerza y lastimo una buena parte de su cuerpo, específicamente las piernas y el brazo.

El mortal contenía sus gritos y cuando vio a la bestia a los ojos, enterró sus uñas en sus ojos haciendo que lo soltara pero que lo lastimara más.

Antes de que el demonio acabará con la vida de Viego, el cuello de la criatura fue atada por un gancho que lo sostenía, el gacho que giraba dio varias vueltas alrededor hasta que atravezo la piel del demonio que atacaba al indefenso pero orgulloso humano.

ᴹʸ ˢⁿᵒʷᵐᵃⁿ {ᵀʰʳᵉˢʰ ˣ ⱽⁱᵉᵍᵒ} 🪐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora