De Mi Para Ti.

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Thresh bajaba lentamente por el cuello del indefenso humano mientras rozaba su cuerpo hasta llegar hasta sus piernas donde lo sostuvo contra la pared.

- Viego.. Quizás no lo notes.. Pero quiere hacerte saber que eres mío, mío, de mi propiedad..

El Demonio lo beso profundamente mientras lo cargaba y Viego sentía como su piel se erizaba al sentir los roces y respiros de Thresh en su cuello y sus labios.

El Humano no sabía que pensar o decir en ese momento, solo sabía que se sentía indefenso y que era inútil negarse ante él.

- Tan frágil.. Tan puro para ser corrompido.. Mi Viego, mi amado Viego..

Viego rodeo con sus brazos el cuello del demonio, que noto cierta temperatura alta en su piel al tocar su cuello.

Thresh sintió un escalofrío pasar por su espalda y de manera inconsciente mordió fuertemente cerca de la clavícula de Viego, ya que el escalofrío lo había hecho reaccionar así.

Viego tapo su boca para no soltar un ligero jadeo de dolor, pues Thresh estaba clavando sus dientes lentamente, haciendo que le empezará a arder y a sangrar.

- ¡Agh! ¡Basta animal!

Thresh saco los colmillos lentamente y de sus labios escurría la sangre del humano, quien se veía intrigado por su sangre.

El Demonio pasó sus dedos por su boca sangrante y limpio la sangre de sus dedos con su lengua.

- Sabes.. Mi sabor favorito eran las manzanas.. Pero creo que cambié de idea..

Viego miro a Thresh con las mejillas rojas mientras veía como seguía tomando de la sangre que estaba en su mano y que le había sacado al humano a base de una mordida.

Al terminar el líquido rojo, miró fijamente a Viego a los ojos, al parecer estos brillaban más de lo normal, como si saliera un aura morada de ellos como en llamas.

Esto lo hacía sentir más vulnerable a Viego, ese rostro, esos ojos y esos bellos labios no se conseguían en otra parte, sin embargo el seguía de pie resistiendo ante la insinuación del Demonio.

Thresh estaba totalmente enganchado, seguía pasando su respiración por el cuello y pecho del humano, mientras que la mordida que estaba en su hombro seguía goteando.

Sin aviso, el demonio llevo al humano que estaba en sus brazos hacia la habitación en donde habían estado y compartido tantas cosas.

Esta vez, sería diferente para ambos.

Viego intentaba escaparse de Thresh, no porque no estuviera enamorado si no por el simple hecho de que su orgullo estaba siendo amenazado, él quería ser respetado por el demonio para darle miedo como solía pasar, pero sin embargo el Demonio se enamoro y estaba cautivado por su personalidad de lobo solitario.

La vista de Thresh era perfecta, tenía al humano que tanto había soñado a sus manos, con un rostro amenazante pero por dentro era como una suave flor de cristal, era frágil y hermoso aunque pretendiera ser fuerte, Thresh estaba simplemente encantado con la boca semi abierta del humano, sus cejas arqueadas y los jadeos que intentaba esconder sólo lo emocionaba más y ni hablar de la sangre que invadía su hombro,

El Demonio regresó a las mordidas que llevaba en la sala, solo que esta vez en el abdomen, mientras que Viego estaba recostado quejándose de los mordiscos, Thresh sólo se deleitaba por la suave piel del humano, quien dejaba caer hilos de sangre y saliva nacientes del demonio.

La sangre que caía de Viego, se derramaba lentamente en la cama, dejando manchas de estas ahí, haciendo que las Sabanas se volvieran testigos del acto que llevaba a cabo el humano y el súcubo.

ᴹʸ ˢⁿᵒʷᵐᵃⁿ {ᵀʰʳᵉˢʰ ˣ ⱽⁱᵉᵍᵒ} 🪐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora