[Nombre] respiró nasalmente, con los dedos en el puente de la nariz y el ceño fruncido. Normalmente no estaba de mal humor pero justo hoy, catorce de febrero, día de los enamorados, tuvo que pillarla en su periodo.
Se irritaba más fácilmente o podía cambiar su estado de ánimo rápidamente, por no hablar de que tenía unas increíbles ganas de abrazarse y acurrucarse con alguien o entre muchas mantas. Pero no, su vida no era tan bonita y sus notas no estaban tan bien como para faltar a clases, por eso, ahora se estaba conteniendo para no patear a todas esas chicas que chillaban cada vez que veían hacer algo genial a Oikawa en la práctica.
No tenía nada en contra de la festividad, pero las fanáticas estaban siendo un dolor en el culo hoy.
─[Apodo] si sigues frunciendo el ceño así te saldrán arrugas.
Giró la cabeza en dirección del chico, que pasaba una toalla por su cuello, lo miró con el ceño aún más fruncido lanzándole una botella que golpeó la bonita cara del moreno.
─Cállate basura.
Oikawa se retorció en su sitio, quejándose del dolor en la nariz, pensó que su gerente era una combinación entre Iwaizumi y Kentaro, cosa que hizo que un escalofrío recorriera su espalda. Esperaba que hoy su gerente estuviera de buen ánimo pero pareció ser todo lo contrario.
Iwaizumi contuvo una pequeña risa al ver la escena y Kentaro se acercó para reconocer el buen trabajo que había hecho al golpear a su capitán, incluso le aconsejó otros métodos.
Cuando todos volvieron a entrenar Kunimi se sentó sin querer tener que esforzarse más, mirando de reojo a su gerente que parecía más irritada de lo normal. Suspiró rebuscando en su bolsillo, encontrando algunos de sus caramelos favoritos los dejó dentro de la bolsa de [Nombre] sin que se diera cuenta.
─¿Kunimi?
Entrecerró los ojos llevándose el dedo índice a la boca, seguidamente señaló el profundo ceño fruncido de la chica. Kindaichi asintió en compresión para acercarse a ella.
─[Nombre] ¿estás-
Miró al niño de manera brusca, ahogó un grito al ver la cara mortal que había recibido, de un momento a otro su rostro se relajó al ver semejante bebé. Suspiró frotándose las sienes haciendo un pequeño puchero y levantándose hacia el primer año.
─Perdona Kindaichi, estoy de mal humor.
Sin que se lo esperase rodeó la cintura del chico con fuerza, escondiendo la cara en su pecho, él se tensó sonrojándose por completo, un duro golpe al corazón del rábano.
─A-ah y-yo debería volver a la práctica.
Salió corriendo, tropezándose continuamente hasta que se puso a calentar como los demás. Watari que había visto la escena aprovechó que [Nombre] parecía un poco más calmada para acercarse a ella. Se miraron en silencio, el líbero tan solo acarició su espalda en círculos para consolarla de algún modo, sabía que era mejor no mantener una conversación cuando la chica estaba así.
Agradeció con un asentimiento permitiendo que él reanudase se entrenamiento. De regreso al banco Kunimi palmeó su hombro como apoyo y ella ni si quiera se molestó en decirle que regresara a la práctica, fue un silencioso acuerdo mutuo.
El resto del entrenamiento pasó tranquilo ya que el entrenador sacó a todas las fanáticas que irrumpían con sus gritos o lanzando cosas. [Nombre] juró haber visto como un sujetador salía volando hacia la cancha, pero no pensaba hacerse cargo de esas cosas.
Claro que su tortura no terminó, ya que nada más llegar a su clase muchas chicas se apilaron para dejarla regalos para su compañero de equipo, las aceptó a regañadientes. Pero oye, estaban tan hambrienta por sus cambios de ánimo que si desaparecían un par de bombones no pasaría nada. Sonrió de manera maliciosa, frotándose las palmas de las manos para empezar a saborear los dulces caros.
Yahaba que pasaba por el pasillo para ir a la cafetería observó como [Nombre] tenía la cara manchada de chocolate, cruzaron miradas y ella entrecerró los ojos frunciendo el ceño. Yahaba sintió un escalofrió y levantó las manos de forma pacífica.
─No diré nada si me compartes.
La joven se encogió de hombros, no es como si la importase que Oikawa se quedase sin sus adorados chocolates. Se sentaron juntos quejándose de cosas en común o de como a él no le había regalado nada. Cuando terminó el recreo recogieron todas las pruebas que podrían inculparlos, y se tomaron de la mano como si hicieran un pacto para no hablar sobre el tema.
Pero las tres últimas horas se hicieron eternas, la chica estaba demasiado cansada como para tener que aguantar otras horas más en el pabellón con un montón de chicas hormonadas. Aunque de cierta manera las entendía, los chicos de Seijo no estaban, nada mal.
Q̶u̶i̶e̶r̶o̶ d̶e̶c̶i̶r̶, l̶o̶s̶ b̶r̶a̶z̶o̶s̶ d̶e̶ I̶w̶a̶i̶z̶u̶m̶i̶, u̶h̶.
El comportamiento agresivo no paso por desapercibido para los bromistas de tercero, claramente notando que su gerente estaba en esos días.
─[Nombre], hoy estás tan bonita.
Makki la asaltó por detrás con un fuerte abrazo, plantando un corto beso en su mejilla, la chica pareció relajarse un poco ante el abrazo.
─Sí, hoy te ves bien.
Mattsun acarició su cabello despeinándolo, normalmente lo miraría mal y golpearía su hombro pero hoy se dejó acariciar mansamente sin tomarle importancia a sus mechones revueltos. Tan solo disfrutó de ser mimada por una vez. Oikawa que contempló la escena infló las mejillas como un niño pequeño, recordando que esta mañana intentó abrazar a su gerente pero casi es mordido por ella.
Miró de reojo a Kentaro que le advertía con una mirada de que no se atreviese a acercarse de nuevo o esta vez él sería el que lo mordería.
─¡G-gracias chicos!
La joven se sonó los mocos con un pañuelo abrazando ahora a Mattsun, había cambiado de estar totalmente tranquila a llorar abrazando al dúo, pero aquellas caricias se sintieron tan bien después de un día tan agotador aguantando fanáticas enamoradas.
Todos se sintieron enternecidos al ver como su normalmente desinteresada [Nombre] hoy buscaba atención y mimos. Incluso Iwaizumi y Kentaro la abrazaron con cariño intentando calmar sus pequeños sollozos de alegría. Finalmente también dejó que Oikawa la abrazase pero todos los fulminaron con la mirada cuando intentó correr con ella en brazos, sin embargo el vice capitán le lanzó una pelota parándole los pies.
Usualmente [Nombre] era la que tenía que cuidar a un equipo tan caótico, pero hoy parecía que los papeles se habían invertido y ahora todos querían cuidar de ella, de una manera u otra todos pudieron demostrar su pequeño amor.
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𝗜𝗱𝗶𝗼𝘁𝘀┃Aoba Jōsai
FanficAoba Jōsai x fem!reader Donde una chica se ve obligada a ser gerente de un equipo de idiotas. ⁿⁱⁿᵍᵘⁿᵃ ᵈᵉ ˡᵃˢ ⁱᵐᵃ́ᵍᵉⁿᵉˢ ᵐᵒˢᵗʳᵃᵈᵃˢ ᵉⁿ ᵉˡ ˡⁱᵇʳᵒ ᵐᵉ ᵖᵉʳᵗᵉⁿᵉᶜᵉ, ᵃˡ ⁱᵍᵘᵃˡ ᵠᵘᵉ ⁿⁱⁿᵍᵘⁿᵒ ᵈᵉ ˡᵒˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃʲᵉˢ ˢᵒⁿ ᵈᵉ ᵐⁱ ᵖʳᵒᵖⁱᵉᵈᵃᵈ, ᶜʳᵉ́ᵈⁱᵗᵒˢ ᵃ ˢᵘˢ ʳᵉˢᵖᵉᶜᵗⁱᵛᵒˢ ᵃᵘᵗᵒʳ...