19. Especial Halloween

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Corrió por todo el campus, desesperada por llegar al gimnasio principal dónde ahora mismo se estaba celebrando la fiesta de halloween de Seijo. Chilló al ver a esa cosa intentar atraparla, con el bate que sostenía empezó a machacar su cabeza, desesperada por que muriera, aunque teóricamente ya lo estaba.

La sangre salpicó su ropa, manchando también su rostro, pero no la importó, cuando se deshizo de eso siguió hasta el gimnasio, cerrando las puertas lo más rápido que pudo, intentando regular su respiración. Nadie se percató de su presencia ni de lo que ocurría en la ciudad por la alta música que resonaba en los altavoces.

─¡[Apodo]! Pensé que no querías venir.

Sonrió brillantemente, tomando a la chica del hombro, arrastrándola hasta su grupo, todos estaban disfrazados así que no cuestionaron por qué su manager tenía sangre en la ropa y venía con un bate lleno de clavos.

─Te ves agitada, ¿pasó algo?

Iwa frunció el ceño, viendo como las expresiones de la chica eran de todo menos normales.

─Es cierto, ¡parece que has visto un zombie!

Makki palmeó su espalda fuertemente intentando hacer una de sus bromas, sin embargo la cara de la joven se contrajo al escuchar aquello. Zombies. Su mente divagaba sobre el terror que había vivido unos minutos más tarde, con los ojos abiertos como platos y una cara de angustia, con los puños apretados fuertemente.

─¿Te encuentras bien?

Salió de su aturdimiento cuando la mano de Watari se posó sobre su hombro, intentó sonreír hacia sus amigos, pero no pudo, su pulso temblaba, soltando el bate y aferrándose al líbero en un abrazo desesperado.

─Han muerto, t-todos...

Muchos pensaron que ella estaba actuando, que era parte de una historia de halloween, pero al ver sus expresiones y sus ojos vacíos tragaron en seco. Nada era inventado, la ciudad realmente estaba en un maldito apocalipsis, colapsada de aquellos muertos vivientes.

─¡E-eso no puede ser!

Oikawa parecía querer llorar como un bebé allí mismo, al igual que Yahaba y Kindaichi. Watari, Matsukawa y Kunimi se quedaron serios, intentando pensar en algún plan, mientras que Iwa intentaba calmar a Makki, que no quería creer la verdad.

─Entonces los matamos.

Todos se callaron al escuchar a Kentaro, había desaparecido hace algunos minutos y ahora traía material de deporte que podía ser usado como arma.

─¿¡Estás loco?! ¡Son demasiados!

Yahaba lo zarandeo desesperado, no quería morir allí.

─Estará bien si nos mantenemos juntos.

Ahora todos jadearon ante la declaración de Iwaizumi, no esperaban que el más cuerdo confiase en esa idea.

─Está bien, si logramos bloquear todas las entradas, quizá podamos esperar a que alguien venga a por nosotros.

─¿Qué? Y si no viene nadie.

[Nombre] dio un vistazo a Makki, que parecía el más nervioso junto con Kindaichi, puso una mano en su hombro, apretando con fuerza los golpeó en la nuca.

─Llamé cuando venía hacia aquí, las autoridades son conscientes del problema y se están movilizando para sacarnos de aquí.

Las palabras de la chica fueron como un pequeño rayo de esperanza para los demás, que asintieron escuchando atentamente.

─Entonces, acabemos con ellos.

Sentenció Kunimi, agarrando una raqueta de pádel. Los demás se apresuraron a agarrar material que sirviera como arma.





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Actuaron normal enfrente de los demás mientras tapaban todas las entradas o salidas al mundo exterior, ya se podían ver algunos zombies entrando al campus del instituto privado, pero nadie debía sospechar nada, así que la música no se bajó ni un poco.

Todos seguían disfrutando ajenos a la carnicería que estaba sucediendo al otro lado de las puertas. Hasta que uno de los estudiantes decidió salir, provocando que los muertos que se apilaban en la entrada principal irrumpieron provocando un caos total. Los gritos se escucharon por encima de la música, que en algún momento fue cortada, ahora todo era un total caos de estudiantes corriendo, e intentando no ser devorados por los monstruos. [Nombre] estaba dispuesta a patear el trasero huesudo de aquellos seres pero la agarraron de la cintura, cargando con ella.

─Lo siento, Iwaizumi cree que es mejor huir de momento antes que pelear.

Matsukawa la arrastró hacia los demás, que empezaron a correr por todo el recinto buscando un lugar seguro, se escondieron en la sala de calderas porque estaba en el sótano y sería más difícil encontrarlos allí.

─¿No hay heridos?

Watari asumió el rol de médico, comprobando que todos estuvieran en perfecto estado, por suerte solo había algunos arañazos por aquí y por allá, pero nada grave. Descansaron durante un rato, pero no podían seguir ahí encerrados como ratas.

─Debemos irnos de aquí, si nos pillan en este lugar no tendremos sitio por donde huir.

Cierto, por una vez en su vida Hanamaki usó las únicas neuronas que le quedaban, si seguían en ese lugar sería presas fáciles por la falta espacio.

─Además debemos estar en un sitio visible para cuando vengan a por nosotros.

Todos asintieron, corriendo por los pasillos hacia su destino, la azotea. Sin notar que el capitán cojeaba un poco, no se dieron cuenta hasta que un zombie empezó a perseguirlos, seguido de este vinieron unos poco más. Avanzando el paso Oikawa se desesperó por su molestia, terminó cayendo haciendo un ruido sordo que solo Iwaizumi y [Nombre] escucharon ya que iban detrás del grupo. Los dos se quedaron sin aliento al ver como cuatro muertos se abalanzaba sobre su amigo, sin tiempo a pensar el chico en peligro aceptó su muerte de una manera dramática, sintiendo como la sangre salpicó su cara. Cuando abrió los ojos se encontró con su gerente, sonrió con los ojos llorosos.

─¿Estoy en el cielo? —luego su vista se dirigió a su amigo de la infancia— Espera ¿es el infierno?

El vice capitán lo agarró del cuello de la camisa arrastrándolo mientras la chica le daba un golpe en la cabeza con el ceño fruncido.

─No, pero como sigas así yo misma te mandaré al infierno.

Alcanzaron al grupo rápidamente. Cuando por fin llegaron a la azotea suspiraron aliviados, cerrando la puerta y regañando al colocador, que prácticamente casi se suicida.

─Mierda, eso estuvo cerca.

La joven se calmó un poco, cerrando los ojos y recuperando el aire perdido, miró a todos con un pequeña sonrisa. Suspiró pesadamente parándose para abrazar a todos fuertemente, agradeciendo que aún seguían con vida. No permitiría que nadie tocase a sus amigos.

De repente un zombie salió de la nada, sorprendiendo a todos y casi mordiendo a [Nombre], sus ojos se agrandaron, quedando estática por la sorpresa. Escuchó un golpe sordo después de unos gritos de agonía que se fueron callando poco a poco. Giró su cabeza lentamente al ver a ese bicho decapitado a golpes.

─¿Estás bien?

Kentaro frunció el ceño, escupiendo al cuerpo muerto y agarrando a la chica para que estuviera a su lado. Ellos tampoco dejarían que su gerente muriera en aquel día de locos.

𝗜𝗱𝗶𝗼𝘁𝘀┃Aoba JōsaiWhere stories live. Discover now