Cobra Kai [Eli/ Hawk y tu]

Capitulo 5

Narra Gwen:
Creo que el karate me estaba ayudando mucho, desde que Miguel y yo "subimos de nivel" me levanto a las 5:00 am para entrenar, voy a la escuela y luego al dojo, incluso en los fines de semana voy a correr con Miguel, es divertido. Miguel se ha convertido en mi mejor amigo, casi hermano, me gusta pasar tiempo con el.

En el dojo los entrenamientos han sido mas extremos, practicamos con el muñeco, combatíamos, aprendíamos nuevas técnicas o trabajábamos rompiendo tablas, incluso usamos una maquina que tiraba pelotas de baseball.

En uno de los entrenamientos estábamos combatiendo contra el sensei, Miguel golpeo su pecho y yo barrí sus piernas para lograr tirarlo. Miguel y yo nos quedamos en posición de ataque porque usualmente el sensei se levanta y sigue peleando pero esta vez hizo algo que no esperábamos, usó la maquina de lanzamiento y tiro dos pelotas, una golpeo a Miguel en el oído y la otra a mi en el ojo, Miguel cayó al suelo yo solo toqué mi ojo y me agaché un poco.

-Pero, ¿que rayos fue eso?, eso no es justo-. Dijo Miguel adolorido. Me levanté e intenté parpadear para ver si no me lastimé mucho, estába rojo pero estará bien.
-¿Quieres una pelea justa?, sigue soñando-. Dijo el sensei revisando mi ojo.
-No esperes que tus enemigos peleen bajo las reglas-. Dijo el sensei viendo a Miguel aun en el suelo.
-Si, pero, mi oído-. Dijo Miguel levantándose.
-¿Y si esa pelota fuera el amigo de tu enemigo atacando desde atrás?, debes estar preparado para todo-. Dijo el sensei reflexivo.
-Déjame ver-. Dijo el sensei quitando la mano de Miguel de su oído
-No, esta bien, no seas un bebé, ni siquiera Gwen se queja y se golpeo en el ojo-. Dijo el sensei.

Miguel se levantó y unas señoras entraron al dojo, parecía que iban a hacer yoga, resulta que el sensei había rentado la mitad del dojo hasta que tengamos mas estudiantes, yo había ofrecido pagar un poco mas pero el sensei se negó así que no lo hice.
-¿Estas bien?-. Dije acercándome a Miguel. El solo asintió un poco adolorido.

————————
Estábamos entrenando en el dojo
-¿Y cual es la segunda regla?-. Cuestionó el sensei
-Golpear fuerte-. Respondí yo dejando de golpear al muñeco
-Correcto-. Dijo el sensei entrenando con Miguel
-Solo hay una razón para golpear a alguien, causar dolor, golpear fuerte significa darlo todo-. Dijo el sensei pero escuchamos la campana indicando que alguien entró y los 3 volteamos.
-¿Qué diablos?-. Preguntó el sensei al ver a una ¿chica?
-Hay yoga hasta las 5:00, no importa cuanto lo desees-. Dijo el sensei. Espera yo la conozco

-¿Aisha?-. Susurré
-¿Va en la escuela no?-. Preguntó Miguel susurrando también, no lo sabia, nunca la había visto fuera de los eventos de mi tío.
-Estoy aquí por el karate, vi su sitio web y decía que habría una clase hoy-. Dijo con un poco de miedo
-Te agradezco que vinieras pero no hay chicas en Cobra Kai-. Dijo el sensei.
-¿Y ella?-. Pregunto Aisha. El sensei hizo una mueca y luego respondió.
-No, ella no cuenta, no hay chicas en Cobra Kay-. Repitió el mayor
-Pero, ¿porque no?-. Cuestionó Aisha.
-Por la misma razón que no las hay en el ejército, no tiene sentido-. Dijo el sensei decidido.
-Sensei necesito mostrarle algo el la oficina-. Dijo Miguel. Fuimos a la oficina sin antes hacer una reverencia antes de salir del tapete.

Los tres discutimos sobre si aceptar a Aisha o no, yo sabia que la molestaban por su peso así que se lo hice saber al sensei, además mencionamos el dinero de su padre el cual al parecer le interesó, al final decidió aceptarla dando a conocer sus reglas para estudiantes mujeres, las cuales eran muy sexistas por cierto, Aisha le contó al sensei sobre los comentarios que le hacen en internet, esto era mas serio de lo que creía, la gente de verdad era muy mala con ella, no voy a permitirlo ya que ahora también es una Cobra Kai.

Como primera lección tendría un combate con Miguel, el sensei y yo estábamos de árbitros
-¿Listo señor Díaz?, enséñale lo que haz aprendido-. Dijo el sensei emocionado
-No creo que sea correcto sensei, ¿porque no lo hace Gwen?-. Dijo Miguel preocupado
-¿Porque?-. Preguntó el sensei
- Es una chica-. Dijo Miguel con obviedad