Los ninjas actuales le deben todo a sus ancestros. Ancestros como el sabio de los 6 caminos, pero especialmente a sus dos hijos.
Otsusuki Ashura e Indra. Ambos eran los padres de los más grandes clanes del mundo ninja.
Gracias a ellos, el universo...
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Era un nuevo día, Sukui se despertó con algo de ánimos, extraño para su condición de depresión.
-Sukui-san, que bueno que ya despertó, ¿quiere desayunar? --- Hiroshi la saludo cuando salió de los pasillos al salón.
-no gracias... me prepararé para ir a la aldea, ustedes desayunen bien--- negó con su cabeza la invitación, observó un rato el cielo ya azul, y regreso por donde había ido.
Cepillo sin ganas su cabello, con menos ganas se puso un bonito kimono de seda color celeste, se puso sus calcetas y sus sandalias, su preciado anillo no podía faltar. Cuando estuvo lista se despidió de la madre y de su hija para poder bajar la montaña hacia la aldea. Al llegar a ella, se dirigió al mismo bar, había hombres tirados, apestando a alcohol.
-veo que siguen aquí--- observó con asco el deplorable estado de aquel bar, para luego mirar al líder de aquel ejército.
-verá, señora. Tengo una propuesta para usted--- el hombre mantenía su vaso lleno de alcohol, la botella a su lado, rota.
- ¿qué tipo de propuesta?
-si usted acepta por las buenas venir conmigo, yo daré la orden de retirar las tropas sin pelear, también dejare a esa maldita bruja en paz--- se veía tan pacífico, ahí sentado.
-creo que yo le hice una mejor propuesta...
- ¿en serio?
-por supuesto, digo, a mi parecer perdonarle la vida si se largan es una muy buena propuesta, ¿usted no lo cree así?
-es buena si... pero... usted, señora, no podría hacer nada para detener a mi ejército de más de 600 hombres--- la miró con desdén.
-usted... ustedes de verdad no tienen ni idea de lo que Indra hizo, ¿no? --- carcajeo para sí misma--- ustedes, no podrían hacer nada para detenerme.
-bueno, que tal esto...--- se levantó de la mesa--- le ofrezco conocer el lugar en donde Indra nació y creció, ahí vive la esposa de Ashura y los hijos de ellos... ¿Por qué no vas y conoces a tu familia? Puedes llevarte a tus hijos también--- con cada palabra daba un paso más hacia enfrente.
-tu propuesta no me interesa, lárgate o te corto la cabeza.
Estando frente a frente, mirándose fijamente, quien bajara la guardia por al menos un segundo estaría muerto.
