𝐋𝐈𝐄𝐒 | ❝You"ll never know the
psychopath sitting next to you
you"ll never know the
murderer sitting next to you.❞
Madelaine tiene una vida a base de mentiras, donde puede sacar su lado más oscuro y cruel sin que nadie se dé cuenta, pero todo ti...
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EL ruido del motor del auto encendido la sacó de su pensamientos por un momento. Madelaine se encontraba junto a Kira, Lydia y Malia dentro del coche de esta última. La coyote estaba aprendiendo a manejar y aunque no fuera demasiado cercana a ellas, eran las únicas amigas que tenía, a las chicas les agradaba pero muchas veces no podían salir o contarle muchas cosas a ella sin que se relacionara con lo sobrenatural, y todos en la manada querían protegerla de ese mundo. Así que como el enseñarle a Malia a conducir no se relacionaba con lo sobrenatural, la habían invitado.
No era de muchas palabras pero aún así el ambiente era bastante cómodo, aunque aveces su mente se desviaba y pensaba en Theo; seguía dándole vueltas al tema de que el chico quería unirse a la manada, pero siempre que estaba a punto de llegar a conclusiones se veía interrumpida por alguna otra cosa.
Como en ese instante que Malia empezó a echar a andar el auto.
— Bien. Las manos a las diez y a las dos —se escuchó la voz de Kira, quien estaba aún lado de ella en la parte trasera, podía oler los nervios que desprendía la asiática pues recordaban la clase que la chica coyote había tenido con su padre y como casi estrella el auto.
— La posición recomendada ahora es las nueve y tres. A las diez y las dos la bolsa de aire te rompería los pulgares —acotó la rubio fresa mientras se ponía el cinturón de seguridad.
— Los míos se curarían —soltó la chica sin recordar que Madelaine se encontraba en aquel auto.
La castaña sintió como el ambiente se puso tenso en ese momento, podía oler los nervios de Kira, un poco de enojo de Lydia y el arrepentimiento de Malia.
— ¿Ah? —exclamó en un tono confundido hacia la conductora, por dentro se estaba riendo por el descuido de la chica pero tenía que actuar como si no supiera nada, y sin duda el comentario de Malia no era uno normal.
La asiática empezó a balbucear por lo bajo una excusa, no sabia que decir en ese momento, la coyote solo abrió la boca para inventar una excusa pero nada salió de ella, así que finalmente Lydia carraspeó y se removió en su lugar un poco incómoda, pero con una sonrisa habló;
— ¡Sí! Ya sabes el proceso natural de una herida, sanar. Tardaría, pero a fin de cuentas sanaría, como todos —recalcó lo último, luego miro a Malia con una sonrisa forzada—. Intenta no destruir tu hermoso auto nuevo.
Segundos después el auto empezó a andar lentamente, iba medianamente bien, la dulce Kira iba alentandola desde atrás hasta que la coyote le pidió que se callara, a lo que no pudo evitar soltar una pequeña risa. Sin duda la chica le caía bastante bien, se le hacía bastante tierna y una buena chica, por lo que estaba bastante bien con que ella y su primo fueran pareja.
