𝐋𝐈𝐄𝐒 | ❝You"ll never know the
psychopath sitting next to you
you"ll never know the
murderer sitting next to you.❞
Madelaine tiene una vida a base de mentiras, donde puede sacar su lado más oscuro y cruel sin que nadie se dé cuenta, pero todo ti...
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LA tenue luz de los rayos de sol traspasaba por las cortinas blancas, aquellos rayos daban directo hacia la cama, iluminando la apagada pero suave piel de un lindo chico de ojos verdes, los cuales resaltaban aún más.
Por supuesto que se vería hermoso, era la foto perfecta, sin embargo, las manchas de sangre adornando aquellas sábanas blancas, sus labios entre abiertos y la mirada perdida del chico hacían qué toda belleza se esfumara.
No daba placer, daba miedo.
Pero para Madelaine, el miedo le provocaba placer.
Y sobre todo después de que ella fuese la responsable de dejar tal escena en su habitación.
La castaña se quito las pocas prendas que le quedaban y caminó por la habitación hasta su baño, dispuesta a darse una ducha relajante y poder quitar los restos de la deliciosa sangre del joven que yacía en su cama.
Habían pasado días después de que ella dejara la casa McCall, de que su familia se enterase de su secreto. Y esos días que habían pasado eran difícil describirlos, sobre todo porque apenas y tenia conciencia de ello, había estado sumida en su locura, retorciéndose en su propia mente, que apenas y distinguía el día de la noche.
Como si la cordura fuese tan solo una prenda, se había desecho de ella, encerrándola en el closet por varios días. Sus días se basaban en buscar compañía y después del placer, darse un manjar con su sangre hasta la última gota. No había salido de su departamento más que para cazar a sus víctimas, por lo que estaba hecho un desastre, botellas por aquí, ropa por allá, jeringas con sustancias que apenas y le hacían efecto —pero por un tiempo la hacían no sentir nada—, y partes de las paredes con manchas de sangre seca.
Estaba hecha un desastre, pero como siempre, se levantaba. Estaba acostumbrada a decaer y volver a levantarse, con mucho esfuerzo y empeorando cada vez más, pero lo hacía.
Estaba un poco cansada de repetir la misma rutina estos últimos días, además, tenia que volver a ser la Madelaine de antes, aquella chica con corazón de piedra que no le importaba nada ni nadie. Los McCall y la manada solo debían ser una piedra más en su camino.
Salió de la ducha envuelta en una toalla, camino con lentitud hacia su armario para decidir que vestir el día de hoy, su armario estaba repleto de ropa negra u oscura, eran poco los toques de colores claros que se encontraban allí. Finalmente se decidió por unos pantalones negros tipo cargo, una camiseta negra y encima una chaqueta corta a cuadros blanco y negro, sin olvidarse de sus botines.
Una vez termino de arreglarse miro toda su habitación, era un asco. Tenia que arreglar y limpiar, además de sacar el cuerpo que ocupaba su cama. Todo esto le llevaría bastante tiempo y sería muy aburrido.
