𝐋𝐈𝐄𝐒 | Teen Wolf.

▬▬▬▬ 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒É𝐈𝐒

〖 Secretos del pasado 〗

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     LA noche era oscura y fría, el viento parecía haberse detenido y ningún sonido se escuchaba en aquel momento.

Stiles recorría las desoladas calles en su camioneta, ni siquiera iba prestando atención al camino, su mente divagaba en los recientes sucesos, su labio temblaba y el hacia el intento de no desmoronarse en ese momento.

Todo parecía ir de mal en peor, cuando a mitad de la calle su jeep pareció dejar de funcionar, un humo empezó a salir de todos lados bloqueándole la vista e impidiéndole respirar correctamente. Con molestia y cansancio se estacionó en la acera y bajo rápidamente mientras intentaba buscar aire limpio.

Con furia se acercó a la parte trasera del auto para sacar su caja de herramientas, la aventó con rudeza al suelo mientras abría el capó del auto e intentaba buscar el problema.

Madelaine se había estacionado más atrás sin ser vista por el chico, observó todos sus movimientos que denotaban tensión y enojo, así que estaba segura de que en cualquier momento explotaría.

Y no se equivocaba.

Fue cuestión de segundos en los que el chico abrió la caja de herramientas y la llave faltante era justamente con la cual había asesinado a la quimera, la raíz de sus últimos problemas. Aventó la caja y fue con rapidez en busca de aquella llave y cuando la sostuvo en sus manos, hizo amago de querer tirarla hacia la calle, pero paró en ese momento, regresó su mirada hacia su auto y con furia la aventó hacia el cristal de su auto, logrando que se partiera y quedara marcada exactamente la silueta de la llave.

Estaba furioso, exhausto y sobre todo decepcionado.

Suspiro cansado y camino con lentitud a un lado del coche, se sentó en el suelo recostando su espalda en la puerta del vehículo y contrajo sus rodillas frente a él. Jugaba con sus manos en un intento desesperado de disipar un ataque de ansiedad, recostó su cabeza en la puerta mientras las lágrimas inevitablemente salían de sus ojos color avellana. Sus sentimientos empezaban a reaparecer de golpe, sintiendo perder fuerzas y las ganas de todo, le quemaba el alma ver la mirada de su mejor amigo, su compañero, su hermano.

Porque eso era para Stiles; un hermano.

Desde niños habían sido amigos, siempre juntos, contándose todo, era su compañero de aventuras, la persona con la que podía ser el mismo al cien por ciento sin importar que, porque por más que pelearan siempre se perdonaban, volvían a ser los mismos.

Pero esta vez era diferente.

Esta vez se sentía diferente, sentía que este era el fin. Había hecho algo imperdonable y se sentía la persona más miserable del mundo, tal vez... tal vez Scott tenía razón.