Y todo lo que veo desde hace 18 horas son ojos verdes, pecas y tu sonrisa en el fondo de mi mente haciéndome sentir que solo quiero conocerte mejor.
-¿Louis? Que haces aquí.
-Te vi caminar hacia acá y como no conozco a nadie pensé que tal vez podíamos ser amigos - Dijo el castaño con una sonrisa.
-No soy bueno haciendo amigos.
-Podría ser un comienzo.
-No prometo nada.
-Esta bien ¿Y como se llama?-. continuo refiriéndose al cachorro.
-No lo sé, lo encontré ayer acá y le traje comida.
-Eso es lindo de tu parte.
-Ajá -. Odio que las personas tengan que decir algo con respecto a lo que haces, solamente lo dicen por cortesía o para quedar bien, pero en realidad no les interesa.
-Y... porque no le pones un nombre-. Lo oí decir.
-No lo sé hazlo tú.
-Esta bien, que te parece-. Pensó por un momento, dirigió su mirada al cachorro y luego a mi.- Computadora.
-¿Computadora?
-Si ya sabes algún día que estemos aquí podría decir "¡La computadora hizo pipí!"
- Oh... ese chiste es muy malo.- reí.
-Pero te saque una sonrisa o no.
-Tal vez -. Dije manteniendo la mirada.- Tengo que irme se hará tarde.
Me levanté del césped tomando mi mochila mientras sacudía mi ropa en un intento de sacar la tierra que se había pegado en esta.
-Bueno... Eh ¿te acompaño? -. Preguntó rascándose la nuca nervioso.
-Como quieras- Empecé a caminar con él a mi lado con dirección a mi casa.
-Estas seguro que quieres que el perro se llame computadora-. Hable intentando iniciar una conversación.
-Si, porque no.
Mi casa no quedaba lejos de allí así que llegamos rápido.
-Adiós.- dije en un intento de despedirme mientras seguía caminando pero ahora con dirección a la puerta.
-Si, eh... cuídate Harry ¡No vemos mañana!
-Claro-. Le dedique una sonrisa, bueno si es que se le puede llamar así a la mueca que tenia en el rostro. Abrí la puerta y me adentre a casa.
Por otro lado el castaño no podía hacer más que pensar en ese chico de rizos y ojos verdes mientras empezaba su recorrido directo a su hogar.
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Hunger- Larry Stylinson. (Editando)
FanfictionConstantemente me siento como si fuera lo peor del mundo, como si no fuera suficiente, pero no dejo nunca que nadie lo sepa, así que en lugar de sentir lastima y lamentarme en frente de otros, simplemente actúo como si nada pudiera derrumbarme.