Capítulo VII

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Mente abierta para una vista diferente.

Me desperté por el sonido de mi mamá gritando que ya era hora de ir a la escuela.

Coloqué mis brazos sobre mi cabeza y estire, relajando cada músculo de mi cuerpo. Cogí una toalla y me dirigí a la ducha.

Baje a las escaleras ya vestido y con mi mochila colgada en la espalda.

  - Boo, tu almuerzo está en la mesa.-Dijo mi madre. Me dirigí hacia donde me indico y tome la pequeña lonchera  que se encontraba ahí.

  - Hoy tal vez traiga a un amigo a cenar - dije caminando hacia ella para luego dejar un beso en su frente.

 - Y se puede saber quien -continuo dejando ver un sonrisa.

  - Si acepta venir lo sabrás, ahora tengo que irme.

  Camine a la puerta haciéndole un señal de despedida.



            



Estaba por llegar a la escuela, me gustaba caminar, además de que me ayudaría a bajar lo que había comido hace poco. No debí de haberlo hecho pero el hambre fue mas fuerte que yo, lo peor de todo es que termino arrepintiéndome luego y eso fue lo que sucedió, traía nuevos cortes, ya no en los brazos, estaba empezando el verano y se darían cuenta apenas me vean con una playera, no podría cubrirlas con maquillaje. Hoy las nuevas marcas estaban en mis caderas y al momento de caminar hacia contacto con los jeans que traía puestos haciéndome recordar el motivo por cual lo había hecho.

Llegue a la escuela y me adentre al salón dispuesto a pasar otra insoportable tarde, aún así mantenía mis notas altas, era una clase de estrategia, así nadie tiene que pedirte explicaciones de esto o de lo otro. Mientras menos se metan en mi vida, mejor.

Oí un peso caer al lado y por reflejos dirigí mi mirada allí.

- Hola.- saludo Louis con esa sonrisa tan características en él.

- Hola - respondí volviendo mi mirada al frente para encontrarme con el profesor entrando al aula y comenzando la clase.

-Hoy hablaremos sobre cuales son sus metas para el futuro ¿alguno de ustedes quiere comenzar?.- dijo mirando a toda la clase pero su mirada se detuvo en mi, joder, justo tuvo que verme a mi.

- Styles ¿te gustaría ser el primero?

  Me levante de mi asiento sintiendo todas las miradas ser puestas en mi, no saben cuanto odio eso.

- Styles, cuales son sus metas.- pregunto.

- Mhm... No tengo ninguna.- respondí, luego de unos segundos se hicieran presentes los murmullos de todos.

- Oh, vamos Harry, alguna tienes.- retribuyo el profesor.

Pensé por unos cuantos minutos y conteste.- Mi meta es no despertarme con 40 años, con la revelación de que he desperdiciado mi vida en un trabajo que odio porque fui forzado a elegir una profesión cuando era adolescente.- Todos se quedaron callados hasta que el profesor volvió a hablar.

- Puedes sentarte, Styles.

  Y así lo hice.

Hunger- Larry Stylinson.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora