KORE

cuarto fragmento: capitulo 11

Heracles y el último trabajo de Hera.

Habían pasado ya dos meses desde el incidente con Menthe y Adonis. La pelirroja estaba feliz disfrutando de su libertad, después de todo en un mes más o menos cumpliría un año como reina en el inframundo. No tenia que preocuparse por como actuar o temer que su madre la encerrara. No, ella era feliz y libre al lado del hombre que ama; Hades.

Esa mañana se levanto con muy buen humor. Hizo el amor con su hombre, desayuno con uvas frescas y queso traído por Hécate desde la tierra de los mortales, acompañado por un delicioso vino. Visito a su querido Titus en su celda y lo ayudo a sentirse más cómodo allí poniéndole una linda cama de púas. estaba segura que el había disfrutado mucho, bueno, en realidad ella disfruto viéndolo a el probar su nueva cama.

Perséfone estaba jugando a tirar la pelota con uno de los prisioneros que tenia el pecado de la gula en él. El hombre realmente parecía una pelota y era perfecto para el juego.

El movimiento que hace la barca de Caronte cuando va llegando los hizo voltear a ambos curiosos para ver las nuevas almas. Sin embargo, se sorprendieron al ver a un hombre vivo al lado del barquero.

—ve a buscar a Hades—ordeno a Cerbero sin apartar la mirada del mortal. Una de las cabezas se despego del cuerpo canino y se convirtió en un hombre delgado y con la mirada enloquecida todo vestido de negro. Corrió en busca de su amo como ordeno la reina.

—es usted sin duda aun mas hermosa de lo que dicen—halago el semi dios cuando llego hasta ella y se arrodillo. Ella lo detallo bien, tenia el cabello corto y rubio oscuro. Sus ojos eran verdes claros. Llevaba puesto un pantalón negro y la piel de un leo cubriendo su espalda y cabeza, pero dejando al descubierto su trabajado torso— me han hablado de la reina del inframundo, una mujer temida y respetada, incluso por Hades.

—ahórrate esos estúpidos halagos que seguro has venido repitiendo todo el camino—dijo cortante.

El humano apretó los labios y la miro pensando en que mas decir, y confirmando mas las palabras de la diosa. La tenía un discurso ensayado esperando agradarle y así conseguir lo que quiere.

—mi nombre es Heracles—dijo al fin rendido y relajando un poco su cuerpo tenso.

Perséfone lo miro divertida—oh, ya se quién eres.

Heracles estaba sorprendido por eso, pero luego sus ojos brillaron felices y emocionados.

—para nadie es secreto lo perseguido que fuiste por Hera—el solo se encogió de hombros divertido—algo sin sentido si me lo preguntas, después de todo, no tienes la culpa de que Zeus te engendrara—ella entrecerró los ojos hacia el—y por lo que veo seguiste su ejemplo si hablamos del placer carnal. Huelo a muchos en tu cuerpo; hombres y mujeres—rodo los ojos por eso, definitivamente había hombres que no conocían la palabra "monogamia"

Heracles alzo ambas manos divertido, como diciendo "soy culpable de ese pecado, pero no me arrepiento"

—¿y bien? ¿que buscas en mi reino? —oh si "mi reino" sonaba muy bien, la pelirroja sonrió complacida mientras saboreaba sus propias palabras.

—como usted ha dicho, mi señora, siempre eh sido perseguido por mi "madrastra" —esto ultimo lo dijo burlón—y cuando cometí un horrible pecado y acudí al oráculo para poder librarme de mi martirio ella tomo la oportunidad y me ha impuesto doce trabajos para convertirme en un Dios del olimpo. Estoy seguro de que la verdadera razón por la que me dio esas tareas es porque tiene la esperanza de que moriré en el intento de cumplirlas...

Perséfone río divertida. Definitivamente Hera siempre sabia como hacer que los dioses se divirtieran a costa de los ingenuos humanos o en este caso, semi dios.