Capítulo 48

35 8 2
                                    

El tiempo avanzaba de prisa y todo volvió a una relativa calma, Irina se mostraba más tranquila y feliz, pese a que cada día era un desafío constante, ya que era algo normal en su estado, principalmente debido a que bebé parecía decidir por sí solo los horarios de descanso de su madre y por ende, representaba una dificultad para la rubia, por fortuna contaba con suficientes aliados para solventar cada nueva crisis y por increíble que pareciera, uno de los más importantes era precisamente el hombre que tres años atrás decidió tenía el derecho imponer su voluntad sobre la vida de ella y el menor de sus hijos.

Sí, Dimitri Lombardo no solo se había presentado un día después que lo hiciera el cretino de Dom, sino que a diferencia de este, había sido bastante amigable – una situación por demás irrisoria para Irina – pero qué más daba, el daño estaba hecho y en aquel entonces tan solo era una estúpida chica asustada que creyó en el contenido de una carta sin pedir más explicaciones, tal vez porque ella misma prefirió creer que el amor que Xavi sentía por ella no era lo suficientemente fuerte para superar la distancia. Ahora, en cambio, tenía un motivo importante por el que dar la pelea y nada ni nadie podría afectar su tranquilidad, ni siquiera el apego de un padre egoísta y el ego estratosférico característico de la familia Lombardo.

-No entiendo, Doug ¿Porqué una Alergóloga? – preguntó al enterarse de la presencia de una "nueva niñera" – No he sufrido una crisis alérgica desde los trece años y esta fue por comerme unas almendras en el internado – relató la mujer.

-No tengo la menor idea – respondió de Albuquerque – pero me temo no eres su único paciente ¿No crees? – cuestionó, analizando la castaña.

-Le gusta – apuntó Irina, con simpleza – y en consecuencia me odia - bufó, poniendo los ojos en blanco.

-No creo que Korina te odie, creo que es algo tímida – la defendió Douglas – de hecho, puede llegar a ser bastante agradable si le das un chance de conocerla.

-En algo tienes razón, la chica es amable con cualquier cosa que no tenga vagina – dijo rodando los ojos – te lo dije, le gusta y me ha puesto en su lista negra sin el menor remordimiento.

-Exageras, Irina - el hombre sonrió incrédulo, en verdad buscaban rivales hasta debajo de las piedras.

-¡Ah, no! Es todo un amor... Repito, con alguien que no tenga vagina – hizo un gesto de suficiencia, para acto seguido darle un mordisco a una paleta de fresa.

-Bien, suponiendo que tienes razón – suspiró el pelinegro – deberías comprenderla, él no tiene ojos para nadie que no sea...

-El bebé, Xavi no tiene ojos para nadie que no sea el bebé – aclaró Irina – se ha tomado en serio el papel de tío, pero eso no le da derecho a la doctorcita para molestarse conmigo, punto - declaró la rubia.

-Debo recordarte que "el bebé" continúa en tu vientre y en consecuencia, mi amigo solo tiene ojos para ti, jovencita - reviró Doug, negando con la cabeza.

-No es necesario que lo recuerdes ¿Sabes? - reclamó la mujer- Él mismo se encarga de hacérmelo saber, justo como ahora – se quejó, poniendo una mano en su vientre.

Xavi a varios metros de distancia detuvo su trabajo en el ordenador para echarle un vistazo a la mujer.

-Todo en orden – mencionó Doug, en acto reflejo y su amigo volvió a centrar su atención en el teclado.

-¿Lo ves? – cualquier ser con "vagina" entiende sus actos como posesivos.

-Eso no le resta hostilidad a tu querida doctorcita, cariño – guiñó la chica- además, Lula no actúa celosa y se conocen desde que eran niños- indicó a su acompañante.

Lazos De Sangre (1° Libro De Saga Destino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora