Capítulo 14

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Sin lugar a dudas aquel episodio había dado un giro inesperado a su vida y no por el hecho de conocer a sus fans número uno y dos, respectivamente, no señor, se trataba nada más y nada menos que de las mismas personas, solo que tal como había vaticinado el abogado ellas no perdonaban el hecho de que hubiese sido un cobarde y renunciara a su carrera como deportista. Jones por su parte, alegó que no había sido una mayor impresión la que ocasionó su desvanecimiento, no, sino la furia de no poder matarlo con sus propias manos, de hecho, llegó al límite de regresar el afiche a su propietario, bajo la atenta mirada de Xavi y el resto de las veces que llegaron a coincidir era una juez bastante parcial a la hora de emitir sus opiniones, Mía siempre fue más sosegada y se limitaba a negar antes los ataques de su amiga – los cuales se limitaban a comentarios cargados de ironía, que obviamente iban dirigidos a Xavi – no obstante, tampoco parecía diferir del todo en su opinión personal.

A partir de ese momento aquella joven se colaba en sus pensamientos sin la mayor excusa, mentiría si dijera que no le parecía atractiva, cuando de hecho, era una de las jóvenes más vivaz y con un desparpajo capaz de tentar al mismísimo Sensei de artes marciales con la capacidad de dominar sus pensamientos y toda esa sarta de estupideces que siempre le decían, era un reto digno de emprender y él desde siempre había sido el amo del juego, no en vano era el mejor en cuanto emprendía y Valeria Jones le había dado el impulso necesario para salir de ese hoyo en que se encontraba. Asistía puntual a sus terapias y era constante en sus deberes, todo con el objetivo de recuperarse y demostrarle a ella y porque no, al mundo que Xavi Lombardo no había muerto en aquel accidente en Estocolmo, todo lo contrario, que era lo suficientemente versátil para alcanzar el éxito en el mundo del modelaje, hasta convertirse en el mejor de su agencia.

Dos meses transcurrieron desde su llegada a Alemania y aunque su evolución fue rápida, al tiempo que satisfactoria, hacía falta un poco para lograr entrar de lleno a las pasarelas, por lo que las sesiones de fotográficas era su actual labor y las entrevistas a medios de comunicación estaban a cargo de su manager. De lo que Valeria no podría dudar era que Xavi cumplía su promesa y cada vez era más reconocido en el medio del modelaje, y sus antiguas detractoras volvieron a ser sus fans más leales, incluso ella lograba con mucho esfuerzo contener la agitación que sentía al verle diariamente en la academia Fisioterapeuta Lombardos Inc. donde ayudaba a su mejor amiga en su periodo de vacaciones escolares.

***

Como cada día avanzaba en su esfuerzo por recuperar su masa muscular y estar a la altura del nuevo reto que había asumido tres meses atrás. Su rutina constaba de tres horas diarias de ejercicios que incluían desde natación, mantenimiento físico y terapia en su pierna lesionada, los cuales con la ayuda de una dieta balanceada y bajo la estricta supervisión de Raven McCallister – ya que su cerebro no volvió a transmitir la necesidad de alimentos y requería de una alimentación rigurosa para solventar el ritmo de vida al que estaba sometido – constituían el éxito de su pronta recuperación y le proporcionaban un tiempo de sobra para el ocio, el cual era empleado desde hacía tres semanas en incordiar a cierta chica gótica en sus labores de atención al cliente. Pero aquel día ocurrió un hecho que captó su atención más allá de lo que habría deseado con ella: Valeria Jones.

Había terminado su rutina de ejercicio más pronto de lo previsto, intuía que el hecho de que aquel par dejasen de acosarlo con su abandono al hockey tendría que ver con cierto abogado metomentodo, ya que, si bien compartieron un par de días desde su primer contacto y después se cruzaron más de una vez en distintas circunstancias, ellas jamás le habían visto utilizar aquellas muletas horrorosas y a partir de ese momento – tres días atrás – notó un cambio repentino en su actitud para con él. Eran si bien no la más cordial de las relaciones, por lo menos no intentaban fulminar con la mirada, ni escuchó algún comentario fuera de lugar como hasta la fecha era la constante. Siendo honesto consigo mismo, debía admitir que extrañaría esa lengua viperina una vez se trasladara a Francia, donde tendría lugar su residencia permanente a partir del siguiente mes; por lo que allí se encontraba, rondando su lugar predilecto – el de la chica – para forzar un "encuentro casual" y tener la excusa de fastidiarla un poco y así mejorar su humor.

Lazos De Sangre (1° Libro De Saga Destino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora