Capítulo 30

34 7 0
                                    

Xavi dejó a sus amigos bastante concentrados en una nueva cruzada, en realidad no es que le afectaba aquella nueva estupidez con la que salió Orianna esta vez, pero como quiera, le servía de distractor para sus amigos y sería la excusa perfecta para ejecutar su propia aventura sin necesidad de levantar sospechas sobre su paradero. No fue capaz de admitir ante ellos que temía por la seguridad de Valeria Jones y que su estabilidad actualmente dependía de la voluntad de Scott Summer, de hecho, su amenaza cada vez cobraba más sentido ahora que su padre, Dimitri, había tomado las riendas del asunto y se enfrentó con todas las armas contra su padre biológico. Bastó con que Summer levantara su mano en contra él, para que Dimitri perdiera la cabeza hasta el punto de ordenarle que debía recluirse en un país donde estaría al alcance de su protección, mientras lograba interponer una restricción contra Summer y finalmente cumplía la mayoría de edad. En realidad, a eso se resumía su sentencia de no salir del país, ya que así estaría lejos de su amenaza y hasta cierto punto respetaba su decisión, solo debía garantizar la seguridad de ella.

Avanzó a paso seguro en la gélida noche que se cernía sobre aquella propiedad familiar, Douglas no tardaría en volver de la agencia y oficialmente sería su nuevo jefe de escolta, era un agente especializado en ataque táctico y espionaje, de hecho, su solo porte infundía peligro y el semblante de su rostro marcado por un tupido vello facial, junto a su cabello largo sujeto en una descuidada coleta, le daban ese aura de misterio que arrastra un hombre cuyo pasado ha pretendido olvidar.

En los pocos días que llevaba de tratarlo le pareció un hombre de carácter intachable, con principios bastante definidos y fiel a su rango, por lo que tendría que probar hasta qué punto sería digno de confianza. Y es que con él todo debía estar plenamente planificado, con Raven fue diferente, y la mujer tardó menos tiempo en obtener su confianza debido a que los hechos fueron extraordinarios y demostró ser una mujer de palabra, ahora, casi tres años después, era el turno de probar a Douglas de Albuquerque y confirmar sus límites.

-De Albuquerque – Xavi llamó al hombre que jugueteaba con su móvil, ignorando que era "sujeto de estudio" de su protegido en adelante - ¿Quieres dar un paseo? – propuso amenamente – Andando, no hay tiempo que perder – señaló con su cabeza un exuberante coche deportivo de última generación y sin más, entró en el lado del conductor.

Douglas parecía sorprendido por su invitación, de lejos podía ver que Xavi Lombardo era un chico bastante peculiar, diría que encerraba un aura de misterio ya que su comportamiento distaba mucho de ser el que mostraba con la prensa y demás conocidos. Adrien había sido bastante claro en advertir que la seguridad del chico era vital para la organización y de momento podía ver que tan solo era un adolescente con bastantes problemas familiares por resolver. Su primera impresión fue contundente, estaba herido física y emocionalmente, él mejor que nadie podía entender lo difícil que es para un joven dejar de lado su familia, sus amigos y país de residencia para iniciar de cero en otro lugar desconocido, por lo que verle totalmente repuesto tan solo tres días después de conocerlo, y mostrándose como alguien totalmente diferente, tomando la iniciativa para conocerlo, le pareció sorprendente.

Reaccionó tras varios segundos perdido en sus pensamientos y es que no podía evitar que él particularmente, le trajese recuerdos a su mente, unos que intentó alejar no sin bastante esfuerzo, pero que a la larga se habían vuelto viejos aliados a los que se les recuerda con cierta nostalgia.

– Y bien, tú dirás hacia dónde nos dirigimos – señaló las llaves de su propio automóvil, uno destinado a brindar la mayor seguridad posible a su protegido.

Por toda respuesta Xavi emitió una ligera sonrisa, lo dicho, de Albuquerque era el perfecto subalterno que Adrien habría podido escoger, quizás por ser un hombre digno de confianza le fue brindada esta oportunidad. Conocía su rutina y todos sus movimientos desde hacía varios años atrás y gracias a ello, no puso mayor resistencia, teniendo en cuenta que Raven McCallister era prácticamente una madre para él; solo por saber el motivo que la obligó a prescindir de su cargo no puso mayor objeción. Sin duda en esos momentos se hallaba herido emocionalmente, lejos de sus personas más cercanas y sin posibilidades de revertir el peligro al cual expuso a su mejor amiga, gracias a ello logró encontrar el valor para seguir avanzando, sobre todo porque un Lombardo jamás se rinde ante la adversidad.

Lazos De Sangre (1° Libro De Saga Destino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora