𝕰𝖙𝖍𝖊𝖗𝖊𝖆𝖑 - Jujutsu Kaisen. [ Reescrita ]

cap. 1 | 𝕷𝖑𝖊𝖌𝖆𝖗 𝖙𝖆𝖗𝖉𝖊

Todos estan deacuerdo en una sola cosa; los lunes son un asco. Consideraba lo mismo a veces estando a favor de esa idea. Pero en ella las cosas son distintas, ya que los lunes son la semejanza a; Dia de escape. Así es como, orgullosamente, por la tarde como alrededor de las 17:00, camuflada camina por la calle, visito cada tienda que pudiera con una suma de dinero ahorrado que traía consigo.

Algo se repetia cada vez que visitaba la ciudad, fuera de las paredes de su cuarto; Las personas, en su mayoría, estaban tan centrados en el destino al que debían acudir que no notaron escurridiza albina escabullirse por las calles. Y en cierta forma es interesante ver, aquel estrés ajeno de los adultos, las sonrisas de las parejas que casualmente pasaban por allí, algunos estudiantes de secundaria carcajeando después de salir temprano de la escuela y las sonrisas de los niños que correteaban por ahí, tal vez causando la furia de algún malhumorado anciano. Nadie miraba más alla de los limites de sus mundo. O bueno, por culpa de su peculiar apariencia, fueron pocos los que notaron las blanquecinas pestañas de la muchacha al caminar a su lado, que tan entusiasmada caminaba por el centro de la multitud.

Entre su gran felicidad inagotable, sus orbes tan negros como el carbón vieron una anciana y tersa figura de rodillas en el suelo que tan forzadamente intentaba levantar las manzanas, que sin razón alguna, se habían escapado de su bolsa. Y como lo habrán pensado, guiada por completar la buena accion del dia, su bondadoso corazón no pudo prohibirse a si mismo correr a socorrerla

─Descuide, yo lo hare. ─Tomo en segundos las manzanas escurridizas de la dama de tercera y se las entrego servicialmente. Lo que mas la enterneció fue la enorme y dulce sonrisa que formo

─Muchas gracias, hija ─Reverencio como un respetable agradecimiento─ Disculpa las molestias pero desde hace un tiempo mi espalda ha estado matándome y como tropecé, parece que esa fue la razón de que ahora tenga más trabajo duro.

─Eso suena malo, abuela ¿Qué tal si la ayudo también con eso?

─¿ayudarme, linda?

Tal cual relato la anciana, el problema realmente era su espalda, pero no uno cualquiera como para echarle la culpa su edad aun que no un simple dolor, sino algo más que eso. Basto solo un chasquido de sus dedos tras su nuca para desaparecer, tal cual truco de magia, ya podia estar libre de toda mala energía que la estuviera atormentándo

─¿Que tal ahora?

Con estupefacción la mira, sin palabras. Quizás por su mente paso que solo seria la broma de una niña palida y extraña, no pudo creerlo cuando con un solo movimiento demostró lo contrario. Pero antes de especular, la atencion de sus ojos fue acaparada por los vendajes tanto en sus brazos como piernas, manos y cuello

─Nos vemos luego, abuela

Y tal cual llego a ella, se esfumo, sin dejar rastro pero si una gran interrogante.