─Prometí no abandonarlo, y n-no era mi intención...
─¡Sam!
Como el mayor lo había decretado, Itadori e Yuma estuvieron viendo atentamente una de las películas muchas películas que aun les quedaban por ver. En una escena triste y melancólica, protagonizada por dos hombres de cabello largo de la era medieval, su compañero fue brutalmente conmovido por la tristeza de Sam y el tipo cuyo nombre no recordaba, mientras que por su parte, solo observaba con atención esperando que el barco en el que navegaban se hundiera y terminara la película que les llevo casi tres horas tirados en el sofa.
Lo único bueno durante este tiempo de tranquilo silencio y malísimas interpretaciones, fue que ya no debía comer tan seguido esos asquerosos guisantes de colores. El truco era tragar con fuerza y ni siquiera saborearlo. Gracias a que Itadori, sorprendentemente, con la habilidad de aprender demasiado rápido, había pasado un largo rato desde que ese dichoso juguete del mal se despertó y lo intento golpear como ya era costumbre.
Fue pura suerte el no haber perdido el sentido del gusto después de tragarse tres caramelos seguidos con sabor a vomito.
Y por otro lado, estaba el nuevo y adorable invitado, acompañándolos a mirar atentamente la TV, aun si no entendía la mas mínima cosa de lo que veía o decían. Si lo ves atentamente, es como un niño exageradamente pequeño, hecho en su totalidad por piedras viejas que encontró por ahí. A pesar de llevar un rato largo conviviendo, todavía no tenia la dicha de pensar en un buen nombre.
─Yuuji, Yuma
Pero de repente, la voz de alguien muy familiar los espanta, siendo la más asustadiza Yuma que tan concentrada estuvo en la pelicula
─¿Gojou-sensei? ─Itadori fue el primero en dirigirse a él, y aún habiéndose asustado, el Jugai seguía sin despertarse.
Tan pronto lo recordó, antes de que siquiera Gojo pudiera darse cuenta o diera el más mínimo paso al frente, escondió a su diminuta travesura por debajo de su chaqueta y pretendió que nada raro pasaba, usando una mirada muy fulminante, como si ese torpe susto hubiera sido relevante para molestarse.
─¿No sabes tocar la puerta? ─Disimulo con su "habitual" tono ireitado
─Nos vamos, chicos
─¡¿Eh?! ─Soltaron ambos en unísono. Yuma se veía más emocionada que Itadori
─Nos vamos de excursión. Les enseñaré el pinaculo de las batallas de hechicería, La Extensión de Dominio.
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𝕰𝖙𝖍𝖊𝖗𝖊𝖆𝖑 - Jujutsu Kaisen. [ Reescrita ]
Hayran Kurgu『¿𝚀𝚞𝚎 𝚙𝚘𝚍𝚛í𝚊 𝚑𝚊𝚋𝚎𝚛 𝚙𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚜𝚒 𝚗𝚘 𝚝𝚎 𝚑𝚞𝚋𝚒𝚎𝚛𝚊 𝚌𝚘𝚗𝚘𝚌𝚒𝚍𝚘?』