𝕰𝖙𝖍𝖊𝖗𝖊𝖆𝖑 - Jujutsu Kaisen. [ Reescrita ]

cap 5 | 𝖁𝖊𝖓𝖉𝖆𝖘

─El no volverá～

Como un botón pulsado, un click se oye en su cabeza. Todo perdio sentido al mirar sus manos, especialmente la piel azabache bajo las blanquecinas partituras que se hacian pasar por vendas. Desde que descubrió la fuente de su potencial, se le ha recriminado la responsabilidad y desafortunio que podía conllevar su uso, pues hoy habia roto las reglas al haberse liberado de sus ataduras sin supervisión. Si el mundo descubriese lo que esconde, no habria paz para ella y cada que abriera los ojos, una amenaza saldría en su busqueda.

Esto va más alla de su propio bienestar, mucho más alla que golpear y huir. Que más da si las maldiciones de todo Tokio se abalanzaran para intentar asesinarla, en su mente solo yacia el recuerdo de la dulce sonrisa de alguien que aun no lograba conocer mejor. Deseaba saber todo de él, deseaba saber todo tambien sobre Nobara, los amigos nuevos son un gran lujo para ella y dejarlos morir sería un acto que jamas se perdonaria.

"Lo siento", se disculpo entre sus pensamientos, embozando entre sus labios una mueca de disgusto. Si lograba traerlo de vuelta, entonces solo tenia que usar otra mano, con solo sus dedos de la mano izquierda estara bien. Es hora de acabar con esta mala broma.

─Volveré a repetirlo, ─Formula sin tacto, apuntándolo con su mano como un arma─ trae a Itadori de vuelta.

─Acabo de decírtelo, tiene ciertas complicaciones para cambiar de lugar, así que no volverá.

─"Expansión"!

Ya que no iba a cooperar, aprovecho la pequeña piedra que se separo del techo, cambiando el rumbo de su mano hacia ella. "Bang!", al activar su tecnica, el peso del hechizo recae sobre dicho objeto, captando la orden dada y agrandandose a tal punto de que cien gramos se transformaron en quinientos kilos. Este descendio como bala tras la gravedad justo sobre la cabeza de la maldición, quien antes de asombrarse, lo evita y desaparece como humo frente a sus ojos.

La plataforma bajo sus pies fue lo que al final recibió el impacto, rompiéndose en dos, quizas miles de pedazos, aun más pequeños que antes. Fue una mala idea. Con una mala jugada en contra, fue por suerte que logro saltar hasta la estructura siguiente y sostenerse del borde de ella al menos con sus brazos. Pero al mirar hacia abajo y el enorme vertigo que este movimiento produjo, fue dificil mantener bien equilibrada la fuerza en sus manos y ante brazos.

─Espero que no hayas olvidado charla pendiente, ─Reapareció ileso y de pie frente a Yuma, quien se esforzaba en no tener una caida tan fea.─ fiel ministro, Yukidama

─¡Mi nombre es Yuma, joder! ─Maldice, ya con sus extremidades adoloridas por su propio peso

─Es verdad, él no te llamaba por tu nombre ¿Prefieres que te llame "Kida"?