𝕰𝖙𝖍𝖊𝖗𝖊𝖆𝖑 - Jujutsu Kaisen. [ Reescrita ]

cap 13 | 𝕬𝖕𝖗𝖊𝖓𝖉𝖊𝖗 𝖆 𝖈𝖔𝖓𝖙𝖗𝖔𝖑𝖆𝖗

─¿Y yo que hago? ─Pregunta, antes de un largo e incómodo silencio.

─Tú esperarás aquí ─Formulo el mayor, de espaldas

─¡¿Ah?!

─Se te dio una orden y la desobedeciste, ahora solo procura quedarte aquí y no hacer nada.

─¡Itadori también te desobedeció! ¡¿Qué hay de él?! ¡¿Acaso no pueden tomarme en serio?!

─Dejanoslos a nosotros ahora ¿Bien? ─Dichoso de ser el elegido, Itadori aún así palmeó su espalda

─¡Vete al carajo! ─Escupió, marchándose toda una furia.

Solo corrió en el rumbo contrario, justo donde parecía que no había nadie a la vista y refunfuña tanto como le fue posibles zapateando el suelo y lanzando puñetazos en el aire. Una vez más, a Gojo desde alguna parte le zumbaron los oídos.

Ya es como el colmo de los colmos, y aunque se lo cuestionara tanto, jamás obtenía una respuesta razonable a que porque, siendo una estudiante, no se le permitía poner a prueba lo que día a día se le enseña. Tanta fue la ira que no se perpacto de la llegada de alguien a sus espaldas, marcando cada paso con el clásico "clac" de las rocas en sus pies.

─¿Donde estabas? ─Se dirigió como leche hervida a él, apretujando los puños

Kesseki, sin estar al tanto del tema, solo se quedó en silencio y dio un paso atrás debido a su histérica creadora.

─¡¿Donde mierda estabas cuando más te necesitaba?! ¡Si al menos tu fuerza se combinaba con la mía, habría salvado a Jumpei!

Paso algo por alto, pues ella misma le ordenó que bajo ningún punto de vista se dejará ver. El solo obedeció y ahora solo estaba aquí, regalado injusta mente por Yuma, que lo empujaba con fuerza y maldecía a los cuatro vientos como si de akesseki fuera la culpa. Pero podía sentir la tristeza desbordar la joven alma de la albina, tanto así que no se detuvo hasta que bruscamente se hizo a un lado y sus ojos ya estaban inundados de densas lágrimas. A si misma se culpaba por su incompetencia, pero como no podía asimilarlo correctamente todo junto y a la vez, o al menos ver al verdadero culpable de todo esto por solo pequeñeces, no es justo que todo el peso tuviera que caer sobre él.

Bajo la mirada a sus ensangrentadas manos, casi como nuevas pero más adoloridas que nunca. Al mirarlas solo recordaba las de Jumpei, cuando hace solo unos momentos se aferró a ellas hasta perder su último aliento.

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" ─ H-Haz... lo "

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─Si no haces bien lo que te ordeno ¿De qué me sirvió haberte creado? ─Escupió tan fugazmente que ella misma se sobresaltó, incapaz de creer que lo había dicho.