Jeonghan es el amo del inframundo lleva siglos reinando con malicia sobre las almas condenadas, su carita angelical ha engañado a miles destruyendo imperios, coleccionando almas y construyendo una familia a la que ama pero quiere torturar por igual...
El calor es abrasador como cualquier dia normal en el inframundo, bueno solo en la prision de brea humeante, tal vez era hora de dar un paseo por el desierto helado por aquello de balancear y de paso espiar... no, no espiar... supervisar las labores de su retoño más joven.
Satanas no se veia ni remotamente viejo para sus más de 10 millones de años, seguía siendo hermoso tal como el dia que fue "invitado" a abandonar el paraíso por sus ideas revolucionarias ¡Pero que pesado se ponia Seokjin! Si nada mas había sido una fiestecita. Sacudió su lustroso cabello purpura y se teletransporto hacia Kokytos, el palacio estaba lleno de almas esperando su castigo lo cuál indicaba que Satanhyun llevaba sin pasárse por su trabajo por mas de una semana, ligeramente irritado apretó los puños y salió del palacio rumbo a la primera prisión desde donde su princesita preciosa dictaba el destino de las almas que llegaban a su hogar, y su general tenía un ojo en el intrincado paisaje que era éste.
Jeonghan estaba orgulloso de lo que había hecho, lo habían tirado a la tierra cómo a un leproso, sin alas y sin nadie, estaba en un desierto abrasador, con resaca y su precioso enterizo blanco hecho mierda, zapateo de frustración una sensación desconocida y un hueco se formó en el piso y cayó de trasero por un pasadizo de arena que parecia sin final, aterrizó mitad riendo mitad llorando en una oscuridad absoluta y se levantó para remover el polvo, su pecho era un revoltijo de sensaciones oscuras magnificadas y empezó a reir su cuerpo se dobló ante las carcajadas y decidió hacer de aquella oscuridad su reino.
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Las almas se hicieron a un lado al sentir la poderosa aura emanando del elegante hombre con cabello y ojos violetas brillantes, su traje blanco y baston llenando el lugar con su sonido ensordecedor, su hija ni se inmuto y continuó entregando las sentencias desde su trono, Jeonghan se paró a su lado y miró con orgullo a su primogénita que era la viva imagen de su padre Mingyu y de él. Era la vileza personificada, su oscuro y largo cabello morado caia como cascadas sobre sus hombros y su túnica de trabajo junto a su báculo la hacían ver como una deidad preciosa y malvada, Tzuyufer era la princesa del inframundo y de su vida, a ella le confiaria las llaves sin dudar, despues de decidir enviar a un político corrupto y ladrón a uno de los malebolges la etérea figura de su hija se levantó del trono y con un golpe de su aterrador báculo congeló a las almas que esperaban su veredicto. Se levantó y en un movimiento muy de su padre acomodo su melena y con un nuevo golpe de su báculo la túnica desapareció dejando en su lugar una chaqueta de cuero con jeans y converse y su serio semblante se transformo en una preciosa sonrisa para atacar a su papá con un abrazo devastador.
-Papito maloso, maligno, malvado, malicioso, malote ¿que te trae por aqui? Iba a hacer carreras ilegales con el tio Yoongi para traer unas almitas para la tia Soyeon-al notar el silencio de su padre levantó la ceja era un rasgo familiar que todos en el palacio principal compartían -¿que hicieron los pendejos ahora?-
-Ve a cosechar idiotas irresponsabes princesa yo me encargo de los inutiles que tienes por hermanos.
-Deberias castigarlos papi, soy la que juzga, soy la que cosecha, soy la que hace todo junto a papi y tu ¡NO ES JUSTO! -la princesa hizo un puchero y zapateo en pataleta.
Jeonghan suspiró, Tzuyufer era toda su papi Mingyu y ese zapateo era indicación de vientos atroces entre la primera y la segunda prisión, pobres los mentecatos que estaban cruzando porque la caida iba a ser atroz y solo un poco eterna. Se dió la vuelta para evitar la pataleta que se avecinaba no tenía tiempo para tonterías.
Se alejó para entrar al estudio de uno de sus lugar tenientes Chanyeol quien observaba todo, su don le permitia la omnipresencia visual en cada rincón del inframundo.
-Estan en la cascada excepto Satangsoo el esta..
-En la segunda prisión jugando con cerbero- Los dos hombres se miraron riendo -No debí regalarle ese chandoso, aunque me entretenga verlo comerse a los avaros.
-Deja en paz a mi sobrino.
-Lo haré cuando tú Chanyeol dejes de tontear con los nuevos reclutas o Baek te va a despellejar.
El más alto sacudió los hombros y volvió la vista al frente.
-Meh eso mantiene las cosas interesantes si vieras como me lo pela.
-Ewww par de asquerosos.
-Para ser el señor del inframundo estás muy llorón últimamente.
Jeonghan salió haciendo caso omiso a Chanyeol y en cuanto llegó a la salida escuchó el grito de su cuñado.
Kimchicitos ajajajajjaa volvi ajajajajajj (soy la cagada) pero anda que al menos estoy escribiendo, en caso de confusion voy a hacer una guia de mapeo para andar por el inframundo (si algo caballeros del zodiaco saga de Hades tiene todo), ya conocen a los engendros de satan literalmente, espero que les vaya gustando, ahi de a poquitos voy armando la historia del patron Don Jeonghan y su familia. Denme amorcito.
Ajajaja me acabo de dar cuenta que hoy es San Valentín, yo no celebró esa madre pero... me da risa que todo el mundo habla de amorcito y hacen especiales y yo hago historias del inframundo ajajaja (por eso estoy soltera)
