Malditos infiernos

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Jeonghan se jactaba de no tener miedo a nada, el solía ser el ejecutor  y quien normalmente infundía miedo en los corazones de quien conocía de su existencia y su nefasta influencia, muchos humanos habían sido testigos  de su poder y caído rendidos ante los encantos y promesas vacías a cambio de sus podridas almas, sin embargo al final rogaban temerosos entre lágrimas por un perdón que jamás era concedido.

Pero ahora en lo alto del muro pensaba en cómo Seokjin se había enterado de lo que acontecía, muy a su pesar sabía que no era Seungkwan ya que lo tenía vigilado, pero una larga lista que incluía a su propia hija se formaba y lo hacía temer, Jeonghan sabía mejor que nadie que Mingyu tenía muchísimos adeptos y amigos entre generales y guardianes además su hermano lo adoraba y un Seokjin enojado era muchísimo más aterrador que Jeonghan en despliegue completo de su demoníaco poder, odiaba sentirse  inseguro pero no iba verse con su hermano a él no le interesaba lo que ocurría en su reino y no iba a permitirle meter las narices no señor el era don tinieblas y San Seokjin no lo iba a amedrentar.

Tzuyufer era la princesa de hielo, su rostro petreo no dejaba ver sus emociones y desde niña habia comprendido la magnitud de su poder, ella y su mellizo Satangsoo eran los primogenitos y los dones que tenian eran tan o mas poderosos que los de sus padres; frente a Sowon mantenía su expresión inescrutable y como cualquier dia en la Primera prision hacía su labor y luego se adentraba en el hogar de su hermano y le hacía compañía a sus preciosas criaturas, sin embargo su corazón frío en apariencia sufría por su papi Mingyu, no había sido capaz de ir al muro, en parte por las advertencias de Jeonghan pero aún más por vergüenza, sus hermanos la habían visto como a una alimaña traidora y aunque por su lazo había prometido a Soo cuidar de su papi claramente no lo había hecho y se culpaba y cuando eso ocurría los vendavales azotaban sin piedad la primera prisión, lo que Tzuyu no había predecido era que en esos momentos de dolor y culpabilidad los vientos inclementes cubrían los lugares que sus hermanos y padre solían ocupar haciendo un caos en el inframundo, Jeonghan no lo había notado ya que Hoseok, Seungkwan, Jaebeom y Hyuna mantenían a raya a cualquiera con sus dones de ocultamiento  pero sabían que era cuestión de tiempo para que dichos vendavales azotaran a todo el reino.

Tzuyu queria mucho a Sowon, despues de todo ser mujeres en una familia de hombres era un poco solitario pero ella no era su madre y jamás se referiria a ella como tal. Era una persona silenciosa y bastante observadora  y sabia que su papi Mingyu sentia mucho mas que antipatia por la esposa de su padre y de alguna forma sabia que el sentimiento era mutuo la sonrisa de la mujer mientras Jeonghan castigaba a su papi aunque mínima estaba alli y la sensacion de jubilo no fue imperceptible para ella, Tzuyu habia heredado la empatia de Mingyu y las olas de triunfalismo desbordaban a la mujer.

Dio un nuevo suspiro mientras acariciaba la patita de cerbero y luego lo sintió. Se quedo en silencio fingiendo demencia mirando las aguas oscuras como si fueran lo mas interesante del mundo. La larga túnica negra se arrastro a su lado y un golpe seco con un fuerte aroma alcoholico llegó a su nariz.

—No he sido un buen tío, o un buen esposo, y definitivamente he sido un hermano de mierda, y ahora los dos nos escondemos ¿quieres?— Tzuyu recibió la botella mirando por primera vez los ojitos apagados de su tío favorito.

—Odio todo, extraño mucho a mi papi pero no puedo verlo, soy una cobarde no como Soo que tuvo el coraje de defenderlo mientras yo miraba, se que siempre me quejo de lo inútiles y pendejos que son, pero son mis hermanos y todo es tan díficil. Me vieron como si me odiaran pero no sé que hacer— una traicionera lágrima recorrió su pomulo seguido de muchas más—Se que papá debe ser el malo pero no así, la familia no se toca y ahora está rota y no se cómo ayudar, estoy enojada con él tengo mucha vergüenza y no se como controlarme con Sowon ¿sabias que odia a mi papi?  Y yo ...— un sollozo salió de ella y su tío Baek la abrazó sollozando también.

—No hagas una tonteria mocosa, por ahora ve al muro a ver a tu papi, pude ponerlo a dormir para que no sienta tanto dolor— Tzuyu pensó en como podía su padre haber enviado a Mingyu junto a alimañas como Hitler, Stalin, Judas, Pinochet y una larga lista de escoria y se
quedaron asi un buen rato y terminaron su bebida en silencio, pronto el sonido de pasos se hizo mas fuerte y una enojada Sana hizo presencia —¡Muy bonito papá emborrachandote con Tzuyu!

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Kimchicitos un capitulo nuevo cortito espero que les guste. No olviden darme amor