Malditos infiernos

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Después de aquel encuentro en París, Lisa no podía evitar pensar en Joshua, en lo felices que habían sido y en cómo él habia destruido su familia, bueno su maldita necesidad de ver bondad en donde claramente no la había, si bien no lo culpaba enteramente y sabía que sería siempre su gran amor, jamás perdonaría que su hermano más querido hubiera perecido de una manera tan vil y dolorosa.

-El rencor te causa arrugas- Lisa soltó una pequeña risa - No cambias Seokjin, ¿dime que puedo hacer por ti?- El hombre rodó los ojos y se acomodó frente a la chica — Yah deja de ser tan educada, somos amigos, no te voy a decir que perdones a Joshua pero creo que deberías escucharlo o de lo contrario el hombre no estaría rondando tu cabeza, igual si no quieres no pasa nada— Lisa se quedó contemplando a la distancia — Tú hermano es un idiota —
—Dime algo que no sepa y si encuentras a mis sobrinos avísame — Y sin más desapareció dejando a Lisa con sus pensamientos.

DK habia descubierto que Kyungsoo era un hyung muy amable, no solamente escuchaba sus quejas acerca del insoportable de Soonyoung sino que tambien se tomaba turnos con Jonghyun para alimentarlo y le ayudaba con la tarea.

—¡Deja de mirarlo que lo vas a gastar!— avergonzado y ruborizado DK miro a Kyungsoo que limpiaba el corral de los  pollos— Pero hyung, Jihoon hyung es tan genial, y tan bonito y tan adorable— Kyungsoo levantó la ceja— si en algo aprecias tu vida, jamás le digas que es adorable, si te gusta mi hermano simplemente dilo, a él no le gustan los rodeos— DK volvio a agarrar su mochila y despidiéndose se fue a la universidad no sin antes dar una mirada furtiva o eso creyó él a Jihoon.

Jihoon no era ajeno a las mariposas en el estómago y DK estaba causando curiosidad en el con su actitud ruidosa y amabilidad exasperante que a su vez lo hacían increíblemente atrayente, su sonrisa inagotable y su voz maravillosa eran solo un plus para una persona brillante como el sol y Jihoon no podía evitar pensar que podía dejarse envolver en la calidez de aquel muchacho si se lo pedía, cada vez se le hacía más difícil hacerse el tonto cuando sentía las miradas de DK sobre él, pero no podia pensar en ello ahora y se sumió en sus recuerdos, cuando estaba en el inframundo era muy fácil sentir las emociones de los demás y aún ahora su empatia estaba a tono pero ya no podia sentir a Mingyu y sabía que era su humanidad pero también su instinto le decía que había algo mal, esperaba que con los esfuerzos de todos pronto pudieran acceder al dinero y así buscar respuestas.

—Tienes que cruzar conmigo— Mingyu observó a Jeonghan con curiosidad, después de haber compartido su sangre con él, su amado habia entrado en una especie de frenesí y andaba brincando por la oscuridad rota por aquel río de lava hirviente hablando de como crearían su propio reino para que nadie se atreviera a sacarlos de allí, llevando consigo a todo el que no quisiera ser un santurrón como Seokjin. Mingyu sonrió y salto a la lava junto a Jeonghan y convertidos en criaturas de pesadilla llegaron al otro lado, aún en sus formas grotescas Mingyu abrazó a su amor como si fuera a escaparse como agua entre sus dedos.

—Jamás vuelvas a dejarme, no sabes, no lo sabes — y lloró mientras volvía a ser un cachorro, Jeonghan se arrodilló a su lado y besó sus labios con ternura —Somos tu y yo Mingyu, por siempre y para siempre y aunque me duele verte aquí en la nada conmigo también se que iría contigo hasta los confines de la creación así como lo has hecho tú por mi... — la realización de lo que había hecho Mingyu lo llevó a ver su espalda, unas cicatrices de un rosado brillante adornaban sus omóplatos, con tristeza y calidez en su cuerpo acarició la prueba del amor infinito de Mingyu y llevo sus manos al rostro que tanto amaba y lo levantó para verlo a los ojos—per...diste tus alas ... por ... mi...

—Y lo haría de nuevo, Namjoon me ayudó a contar mis alitas y aunque dolió mucho no dolió tanto como pensar que jamás te volvería a ver, eres un idiota y un ángel horrible pero eres MI idiota y mi ángel horrible, éste será nuestro nuevo hogar incluso si no viene nadie más.

—Jeonghan se transformo en su ser omnipotente y su cabello ahora rojizo se extendió por su espalda mientras sus brazos arropaban a su amor eterno, inefable, a su Mingyu.

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Kimchicitoooooosssss he vuelto, espero que disfruten este episodio. Un abrazo enorme, cuídense mucho y no olviden darnos amor.