Jeonghan es el amo del inframundo lleva siglos reinando con malicia sobre las almas condenadas, su carita angelical ha engañado a miles destruyendo imperios, coleccionando almas y construyendo una familia a la que ama pero quiere torturar por igual...
El transito normal desde el inframundo hasta la superficie implicaba un viaje interdimensional que para cualquier humano duraria semanas desde el muro de los lamentos, sin embargo la caída se había hecho interminable por un oscuro y tenebroso túnel desde el cual los demonios arrancaban los dones de sus cuerpos como si de su piel se tratara el dolor se hacía incesante e inclemente y todos cuatro perdieron la noción de tiempo junto al conocimiento para seguir cayendo eternamente.
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Desde afuera Jonghyun miraba entre divertido y preocupado el destartalado cobertizo en aquel lote abandonado, a veces se culpaba por no estar mas presente en la vida de su hermano pero sabia que era necesario si queria que tuvieran una vida medianamente decente, esperaba que no quemaran el lugar con todas las velas que habian encendido y que no hicieran alguna tonteria con sus "hechizos" instintivamente puso su mano sobre su frente y suspiró... habia hecho un buen trabajo; se giró para ir a su turno nocturno con las manos en los bolsillos.
-Jongin ¿estás seguro de que puedes hacer el hechizo?
-¿Que tan difícil es leer del libro?
-No lo sé, pero ... ¿y si la cagamos? -Lo peor que puede pasar es que invoquemos un sucubo o que nos acompañe un espíritu chocarrero por el resto de nuestras vidas y en el mejor de los casos el señor oscuro nos dará poderes para hacer nuestros deseos realidad.
-No es un genio de la botella tarado ¿y si llamamos a algo que no podamos controlar?
-Beom... llevas años haciendo pequeños hechizos, llamando entes que te protegen ¿por qué dudas? Lo haremos bien.
En el piso se encontraba el mas alto hurgando en un cajon lleno de tizas de colores con la mirada enfocada en elegir lo necesario para llevar a cabo la invocación.
-Estas muy callado DK ¿Estás bien?
-Yo me metí en esto por que me gusta la naturaleza y estar en contacto con la madre tierra y su energía, me da tranquilidad pero yo no quiero tener duendes persiguiendome, ni espíritus, ni demonios.
Kai soltó una carcajada burlándose de su amigo -pero si ya tienes a Hoshi ¿que más quieres?- El más alto hizo una mueca y procedió a dibujar en el suelo el portal que aparecia en el libro de Beomgyu con una tiza azul mientras Kai y Beom practicaban como loros el hechizo que atraería fortuna, suerte y triunfo sin barreras, los tres soñaban con vidas exitosas llenas de dinero sin preocupaciones, el hechizo atraeria un ser capaz de darles aquello que tanto deseaban sin dar mucho a cambio mas que un poco de su sangre... bueno eso habia interpretado Beomgyu.
Los tres eran amigos, cómplices y cofrades se apoyaban y vivian vidas que aunque no eran totalmente miserables diferian mucho de ser perfectas por eso el ocultismo y la magia los habian unido para buscar una salida mas fácil que su esfuerzo diario que parecia no dar frutos.
Cuando el portal junto a los símbolos quedaron listos los tres se miraron con seriedad y el cariño de años de amistad y juntaron sus manos formando un perfecto triángulo sobre el círculo dibujado en el suelo de aquel sucio cobertizo, dieron una profunda respiración y empezaron a recitar las palabras de aquel libro con los ojos cerrados sin darse cuenta de la aparición de aquellas volutas de humo negras.
