1. Bienvenida a Forks.

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En la península de Olympic, al noroeste del estado de Washington, existe un pueblecito llamado Forks, cuyo cielo casi siempre permanece encapotado

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En la península de Olympic, al noroeste del estado de Washington, existe un pueblecito llamado Forks, cuyo cielo casi siempre permanece encapotado. En esta localidad, con población de 3.120, llueve más que en cualquier sitio de Estados Unidos.

Eso no me molestaba, desde pequeña me agradaba la lluvia y el sol. Disfrutaba de largos días fríos y lluviosos en los que podía leer un libro mientras tomaba una taza de café, o los días soleados en los que podía tumbarme y broncear un poco mi piel.

No iba a mentir, si que iba a extrañar Phoenix y su cielo azul completamente despejado, sin embargo, quería hacer nuevos recuerdos en Forks. Iniciar de cero. Mientras el viento me despeinaba el cabello castaño rojizo y golpeaba mi cara de forma suave y refrescante, mi vista estaba fija en los paisajes que iba a dejar atrás a partir de hoy.

Las ventanillas del auto estaban completamente abiertas, de otro modo nos asaríamos del calor que estaba haciendo allá afuera. Disfrutaba de las canciones que estaban pasando por la radio mientras veía como pasábamos al aeropuerto, deteniéndonos justo detrás del auto de la mamá de Bella.

—Tú habla con ella, yo iré a hacer el trámite con Renée para exportar el auto. Luego saca el equipaje —avisó mi madre, saliendo del auto.

Inhalé hondo, me desabroché el cinturón y abrí la puerta del coche, para salir a mi encuentro con la castaña de piel pálida frente a mí. Llevaba su blusa favorita, unos vaqueros oscuros y sus zapatillas.  Me sonrió y llegó a abrazarme de forma algo breve, para luego saludar.

—Kai, ya te dije que no es necesario que vengas solo por mí —se relamió los labios, mirándome casi que con nostalgia.

Yo le sonreí de lado, golpeándole el brazo suavemente.

—No te eches todo el crédito —bromeé, haciéndola sonreír—. La verdad es que necesito empezar desde otro lugar, ¿sabes? Ha sido muy duro, me gustaría.... Dejar eso atrás, ser una nueva yo.

Me encogí de hombros de forma algo inocente, mientras que Bella me frotaba los brazos, algo incómoda por su manía de no saber cómo expresarse, pero yo la conocía, sabía que trataba de reconfortarme. 

—Es algo gracioso que vayamos a Forks por razones totalmente distintas —comentó, a lo que yo asentí.

Me ayudó a sacar el equipaje del auto, un Volkswagen golf modelo 1985 de color blanco que mi madre adoraba por ser de mi padre.

Esperamos a nuestras madres mientras charlábamos acerca de nuestro camino hacia una nueva vida. Bella se veía aterrada, hacía esto por Renée y Phil, ya que sentía que con ella no era felíz. Intenté convencerla de lo contrario, pero no cedió.

Mi mamá y Renée regresaron al rato con todo listo, esperamos algunas horas más mientras que hacíamos los trámites del equipaje y demás, hasta que llegó la hora de despedir Phoenix.

Curiosity || Jasper Hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora