Keira Gray tenía una vida bastante normal, al parecer. Vivía en el condado de Arizona, en Phoenix, con su madre. Iba a clases de Ballet desde los cuatro años, en donde conoció a la que se volvería su mejor amiga, Bella Swan, quien fue su compañera d...
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Después, llegó la hora de la cafetería, en donde vi a Bella a lo lejos, junto con un chico de cabello rubio, tez blanca y apariencia nerviosa. Parecía ser el popular, y de inmediato supe, por la expresión tímida de Bella, que estaba incómoda.
Ellos se sentaron en una mesa junto con una chica de cabello color manzanilla, piel pálida como los demás y que tenía una mueca de inconformidad disimulada al ver a mi amiga con ese chico. Suspiré, viendo como un chico de cabello negro y grasiento también se sentaba junto a ella, lo reconocí como Eric Yorkie, estaba en mi clase de artes.
Intercambié miradas con Ángela Weber, quien me dio una sonrisa, tomándome del brazo para guiarme a la mesa a la que le había puesto el ojo anteriormente.
—Hola, chicos —saludó Ángela, sentándose en un puesto libre y haciéndome una seña de que me dejaba un lugar libre junto a ella y la chica de cabello manzanilla.
Al instante, las miradas se posaron en mi, y me aguanté las ganas de rodar los ojos. No por ser grosera, sino porque reconocía esas miradas, como si ya estuvieran reclamándome como suya o algo así.
Le sonreí a Ángela, y me disculpé con la mirada cuando Bella me señaló un lugar a su lado y fui con ella, sentándome en medio de Eric Yorkie y ella.
—¡Hey, Mikey! ¿Conociste a mi amiga Bella? —preguntó Eric con una sonrisa en el rostro.
—¿Tu amiga? —preguntó confundido el chico rubio, quien supuse era Mike.
—Si, si —confirmó Eric.
—Mi chica —remarcó un tipo de color y cabello negro, que le dió un sonoro beso en la mejilla a Bella y antes de que pudiera siquiera reaccionar, hizo lo mismo conmigo—. Mis chicas.
Salió corriendo, no antes de tumbarle la silla a Mike, quien cayó al suelo, pero que se levantó de forma rápida para salir a corretearlo. Estuve a punto de levantarme a reclamarle, ¿quién se creía como para hacer eso? Pero la mano de Bella en mi muñeca me detuvo, mirándome con reproche.
Acepté volviéndome a sentar con el sabor amargo en la boca. No somos propiedad de nadie.
Miré a la chica de cabello manzanilla como miraba con incredulidad hacia el chico que nos había besado la mejilla.
—No puede ser —soltó una pequeña risa—. Es como en primer grado, son.... Cómo el juguete nuevo.
Sin darme cuenta, se había acercado a nosotras, ocupando el puesto que antes tenía Mike. Sentí la mirada de Eric y volteé a verlo, me miraba con una sonrisa ladeada.
—No me he presentado, soy Eric Yorkie —asentí, ya lo sabía, pero apreciaba que lo hiciera de nuevo.
—Keira Gray, pero supongo ya lo sabes —bromeé.
Él asintió.
Luego de unos segundos, sentí el flash de una cámara cegarme los ojos, por lo que parpadeé confundida varias veces. Miré a Ángela, quien sostenía una cámara con una sonrisa tímida.
