Jasper no se alejó de mí aún cuando la clase de literatura llegó a su fin. Me levanté de mi asiento, tomé mi mochila y él se aseguró de llegar al perchero antes que yo para tomar mi abrigo y ayudármelo a colocar. Me ruboricé por segunda vez por el gesto tan caballeroso que había tenido, y cuando pensé que se iba a dar vuelta para irse, me sorprendí al verlo caminar a mi lado.
Era alto, le calculaba alrededor de 1,93m de altura. Quedaba como un poste ante mis 1,60m. Teníamos que inclinar la cabeza para mayor facilidad al vernos, él hacia abajo y yo hacia arriba.
—¿Por qué te mudaste a Forks? —preguntó, y fue como si me tiraran un balde de agua fría. No quería que me preguntaran eso, pero por alguna razón, sentía que podía confiarle esto a él, así que pasé un mechón de cabello detrás de mi oreja, nerviosa—. Lo siento, no tienes que responder.
Le sonreí, restándole importancia.
—Eh.... Mi padre sufrió un accidente hace dos años —relaté, pasando saliva porque aún dolía—. Falleció.
—Lo lamento, no tenía idea —se disculpó, y vi en sus ojos que parecía realmente arrepentido—. No tienes que seguir, entiendo.
Dudé, pero al final coloqué una mano en su brazo, intentando reconfortarlo a él. Estaba frío y se sentía bastante duro. Jasper se tensó un poco pero no hice nada para retirar mi mano y le sonreí, mirándolo a los ojos.
—Todo me recordaba a él —continué retirando mi mano—. Necesitaba un escape, los recuerdos eran demasiado dolorosos porque lo veía en todas partes. Después me enteré de que Bella se iba a mudar aquí y lo vi como una oportunidad.
—¿Huiste? —preguntó con una sonrisa de lado, como si fuese una pequeña broma. Reí entre dientes y agaché la cabeza, negando.
—Mi madre también estaba mal, así que lo vio como una oportunidad de sanar, como yo.
Jasper abrió la boca para decir algo, pero Tyler, el que nos había besado la mejilla a Bella y a mí, llegó de repente, haciéndolo callar. Me giré extrañada hacia él, me había dado cuenta de que no era un mal chico, solo algo impulsivo.
—Lamento oír eso, Keira —dijo Jasper. Sus labios acariciaron mi nombre, provocando un escalofrío—. Espero que Forks sea de tu agrado, si necesitas cualquier cosa, no dudes en decirme.
Antes de siquiera poder agradecerle, me dedicó un asentimiento con caballerosidad y se dio la vuelta, yendo hacia la dirección contraria de mí. Suspiré.
—¿Estabas hablando con...? No importa.
—Hola, Tyler —dije, ignorándolo un poco.
—Keira, si hola —saludó, caminando a mi lado—. Oye, quería saber.... No sé, falta poco para el baile de graduación, y... me preguntaba.... si tú quisieras ir conmigo.... al baile.
Abrí la boca sorprendida, sin saber qué decir. Nadie me había invitado, sin embargo, no estaba segura de querer ir al baile, o en concreto, de querer ir con él. Las palabras parecían haberse trancado en mi garganta, sin poder pronunciar más que balbuceos.
—Oye, yo.... De verdad aprecio mucho el gesto, pero.... —dejé la frase a medias mientras que me mordía el labio. Él se veía nervioso, aún así no dejaba de mirarme—. No lo sé, aún no sé si quiera ir.
Bueno, no había aceptado, pero tampoco me había negado, creo que estaba bien.
—Bueno, mi oferta siempre estará abierta para ti —dijo con una media sonrisa. Asentí y él colocó sus manos en sus bolsillos—. ¿Tienes quien te lleve a casa? Me gustaría llevarte. S-Si tu quieres.
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Curiosity || Jasper Hale.
FanfikceKeira Gray tenía una vida bastante normal, al parecer. Vivía en el condado de Arizona, en Phoenix, con su madre. Iba a clases de Ballet desde los cuatro años, en donde conoció a la que se volvería su mejor amiga, Bella Swan, quien fue su compañera d...