Sex Pact •KookTae•

23 | Necesidad.

NARRACIÓN OMNISCIENTE

Taehyung intento recomponerse y tragar los sollozos que amenazaban con salir de su garganta. Jimin le dio unas palmaditas en la espalda y se acercó a su costado para susurrarle algo al oído.

—Ricitos, parece que hoy la suerte está de tu lado. —Taehyung no entendió a que se refería hasta que giro su cuerpo en dirección a lo que Jimin le señalaba con la mirada.

Parado a lo lejos entre la multitud, se podía ver su cuerpo fundido por la oscuridad, pero con el rostro visible por la tenue iluminación del lugar. Su expresión gritaba deseo, necesidad y tristeza. Taehyung sintió que no lo había visto en tanto tiempo y una nostalgia repentina atravesó su cuerpo. Sus piernas temblaron por correr a él como si Jungkook desprendiera una fuerza sobrenatural que los unía como imanes. Sus miradas se encontraron y se sellaron, pero ninguno de los dos podía moverse, solo se contemplaron por un rato. La cantidad de personas bailando en medio de ellos hacía que fuera más difícil no perder de vista al otro, aun así en la mente de ambos, la gente parecía no existir.

Dejo de existir cuando sus ojos se encontraron y la música se derritió a su alrededor. El corazón de ambos se aceleró y un mensaje implícito viajo en sus mentes, un mensaje de necesidad que los consumió poco a poco desde hace tanto tiempo.

Era ridículo, una semana había sido suficiente para exprimir lo peor de los dos. Una semana se sintió terriblemente eterna en comparación con los años de amistad, llenos de emociones y recuerdos que asaltaban la mente de Taehyung en cada esquina. Cualquier amistad a veces era victima de tontas peleas o desacuerdos, pero no era el caso con ellos. Nunca habían dejado que algún conflicto fuera capaz de ponerle distancia a su relación.

La mano de Jimin le dio a Taehyung un gentil empujón en la espalda para que avanzara. Sus piernas dudaron, pero no se detuvo de dar otro pequeño paso más cerca de Jungkook. El pelinegro copio su acción y avanzo un paso. Taehyung se detuvo con miedo, inseguro de sus acciones sometidas por el alcohol.

Jungkook noto su expresión asustada y su corazón se estrujo. No podía soportar ver a Taehyung indefenso y vulnerable, se odio a si mismo por ser el causante de su dolor, recordando la pelea que tuvieron. Las palabras de Taehyung volvieron a su mente como escenas reproduciéndose, su rostro herido podía gritar todo lo que le falto decir en voz alta.

No quería ver esa expresión en él, lleno de miedo. Quería verlo ser el chico brillante con el que creció desde su infancia. En su mente, Taehyung era el niño tonto que se emocionaba por la nieve, el inteligente adicto al estudio quien lo arrastraba para cumplir con cada tarea, el baboso cariñoso y sonriente que podía iluminar cada rincón de su hogar con su risa. Pero ese Taehyung se fue desvaneciendo hasta escapar de sus manos y todo era su culpa. ¡Incluso quería al Taehyung estricto que siempre cuestionaba cualquiera de sus travesuras! Ya no tenía problemas en admitir que amaba como sonaba Taehyung cuando lo reprochaba como a un niño. Él podía ser tan dulce como cínico hasta el extremo, y le encantaba, joder que le gustaba.

Su cuerpo ardió con necesidad de correr como un bruto y abrazarlo tan fuerte que pudiera, aunque sea arreglar solo un poco de todo lo que había jodido.

Obedeciendo a sus instintos, Jungkook avanzo. Taehyung se paralizo de nuevo por un instante hasta que las luces iluminaron el rostro de Jungkook. Este tenía las cejas ligeramente fruncidas y los labios casi en un puchero. Sus ojos brillaban y podía leer en ellos la súplica "Por favor" .

Una calidez escalo en su cuerpo, casi como una intrusa luego de tener tantos sentimientos retenidos. Aunque le gustaría negarlo, una ráfaga de esperanza cruzo su mente al notar la expresión aturdida de Jungkook, algo parecía decirle que tal vez no se estaba divirtiendo sin él, tal vez ambos lo estaban pasando igual de mal, solo tal vez. Claramente no debería ser feliz por la tristeza ajena, pero Taehyung no tenia tiempo de pensar correctamente moral ahora.