B. Track Four [empty]

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Los días de escuela volvieron a la normalidad bastante rápido, no tuvimos oportunidad de procesarlo mucho cuando las tareas comenzaron a caer sobre nosotros con excesivamente. Cada que una nueva tarea era agregada a mi lista, anhelaba mis días de vacaciones y me arrepentía al no haberlos disfrutado como debería.

—Jungkook. —saludó una voz a mis espaldas, captando mi atención.

—¡Oh! Hola. —mi sorpresa fue grande al notar a Yoongi hablándome, casi podía contar con los dedos de las manos las veces que habían mantenido una conversación.

—Escuché que querías estudiar producción musical. —comentó directamente casi en tono acusador.

—Supongo que Jimin lo habrá comentado por ahí. —evadí con algo de recelo, sintiéndome nervioso, éste chico era un genio musical, no existía duda de ello.

—Lo hizo, si. —concedió con una sonrisa amable. —Casi puedo decir que ya me lo esperaba. 

—¿Cómo? —parpadeé sorprendido, ¿él lo había notado? ¿cómo?

—Lo tienes Jungkook, entre productores nos identificamos. —le restó importancia con un encogimiento de hombros. —Vine a invitarte a algo. ¿Quieres?

—Esto...—rasqué mi nuca con nerviosismo no sabiendo que hacer. —Si, claro. ¿A dónde iremos?

—En busca de inspiración. —aseguró ampliando su sonrisa.

Dio media vuelta, indicándome con un gesto que lo siguiera, los salones ya se encontraban vacíos, Hobi y Jin ya se habían marchado, como el resto de nuestros compañeros. Caminamos a través del pasillo lleno de casilleros para salir de la escuela y continuar caminando hacia delante. Yoongi continuó caminando hasta que llegamos a un pequeño parque repleto de bellas plantas y árboles frondosos. 

—Este lugar es perfecto. —masculló encaminándose a la banca mas cercana y sentándose.

Yo me acerqué sentándome junto a él con bastante distancia entre los dos. 

—Toma. —dijo, arrancando una hoja de su libreta, tendiéndomela. 

La tomé confuso. Entonces lo vi sacar dos bolígrafos de su mochila, dándome el segundo. 

—A escribir. —indicó en tono serio golpeteando la tapa del bolígrafo contra la libreta. 

—Y-yo...no sé sobre que escribir. —confesé con timidez, sintiéndome terrible al admitirlo en voz alta.

—Escribe sobre eso. —contestó con simpleza garabateando una palabras en la hoja.

Yo titubeé mientras lo veía escribir frenéticamente sobre la hoja, su bolígrafo hacia un suave sonido al raspar contra el papel, asustándome por la rapidez con la que lo hacía. Entonces se detuvo abruptamente, y su mirada obscura se encontró con la mía.

—¿Por qué no escribes? —cuestionó con rigidez, enarcando una de sus cejas.

—E-es solo que...—enredé mi dedo en un hilo que sobresalía de mi chamarra, encontrándolo repentinamente entretenido.

—Comprendo. —comentó dejando su libreta de lado junto con su bolígrafo. —Jungkook.

Levanté mi mirada, no queriendo hacerlo en realidad.

—¿Tú sabes cómo los artistas consiguen aquellos dibujos impresionantes? —preguntó descolocándome por completo.

—N-no.

—Dibujando, por más retórico que suene. Ellos dibujan minutos u horas al día, pero ¿sabes cómo lo consiguen en realidad?

Negué nuevamente, cada vez más confundido con lo que me decía.

A song for the heart | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora