La chica salió a la calle, se sentía como una niña que no quería volver a casa. Camino entre la ciudad por varios minutos, la fría y cruel brisa de otoño recorría su rostro. Ella deseaba poder vivir sin Oliver, ya había pasado un año desde su último encuentro, aun podía recordar la expresión de repulsión de Oliver hacia ella; "Te espere siempre, y ahora que te tengo en mis manos, me das asco".
Las lagrimas volvieron a sus ojos inconscientemente, su vista empezó a nublarse, solamente podía llorar y buscar ser salvada.
Por otro lado; nuestro mentiroso favorito estaba en un departamento, recostado en la cama mientras observaba a la chica pelinegra con la que se había acostado la noche anterior, se levanto rápido y se puso su ropa; unas botas negras, pantalón de mezclilla y un suéter, escribió una nota para dejarla en la cama de la chica antes de irse, después salió en busca de un café negro como el que solía tomar en sus días de universidad, ya era un hombre de 23 años, debía empezar a tomar la vida enserio.
Fue hacia su nueva cafetería favorita "Utopía", entro de manera rápida para sentarse en la ultima mesa, espero a que fueran a atenderlo y la vio ahí. La misma chica rubia de la que se había enamorado perdidamente, estaba sentada en la mesa de al lado tomando un latte caramel mientras revisaba su celular.
No sabia como reaccionar así que decidió pedir su café para llevar mientras esperaba a que la chica saliera. Pero, se arrepintió prontamente de su decisión y siguió caminando hasta una estación de autobuses, saco su celular y busco el Instagram de su amiga, "TheNeverlandGirl", no dudo dos veces y abrió su perfil, podía observar fotos de su ex amiga en bikinis, vestidos rojos y champan. Solo con pensar en Anna de nuevo, lo hizo estremecerse.
La mente de Oliver era de las cosas mas retorcidas y románticas que podía existir, a veces el podía actuar como un tierno y amable chico, pero otras veces. Buscaría ser el único chico que necesitaras, seria el acosador mas retorcido...solo por ella.
Volviendo con Anna, seguía tomando su café hasta que vio que tenia una llamada entrante, era un numero desconocido; se armo de valor y decidió responder la llamada.
-Bueno?- pregunto la rubia mientras revolvía su café con el popote
-Hola rubiecita- respondió una voz burlona que Anna conocía muy bien
-Oliver..?- pregunto la temblorosa voz de la chica
-Quien mas? Es obvio soy yo- contesto de manera altanera
-Q-que es lo que quieres? – cuestiono la ojiazul tratando de hacerse la fuerte, pero las lagrimas le ganaban
-Solo quería escuchar tu voz...es todo- finalizo el peliblanco para colgar la llamada.
Anna empezó a sudar frio, "por que me llamo?" era la única pregunta que rondaba en su mente.
Okey, me estoy emocionando, tal vez escriba un capitulo largo para el miércoles<3, Que opinan de la historia? les gusta como va? Alguna sugerencia?