Ser padre

17.

Kuroo estaba cocinando con ayuda de Shoyo, aunque el niño sólo ponía las chispas sobre la galleta, a pesar de que la masa ya tenía, la lógica era que las chispitas también tenían que verse. Bokuto había ido a la tienda a comprar leche para comer las galletas.

—¿Cómo debería llamarle al novio de papá? —Preguntó de pronto—Es que tú eres mi mami, yo no sé cómo decirle.

—Puedes llamarlo por su nombre— abrió la puerta del horno y tomó la bandeja de las galletas—Es tu profesor, de alguna forma debes pensar en un apodo o algo, uno no grosero.

—Mis compañeros sólo le dicen, profe—supiró—Uhm, creo que le llamaré Keiji.

—Es un buen inicio, luego ya verás cómo hacerlo.

—¿Tu algún días tendrás novio o novia? — preguntó, si su papá podía, seguro su madre también.

—No lo sé, mi trabajo lo hago desde casa y fuera de ti no hay nadie más que yo ame mucho, no es que no quiera a tu papá, pero si la casa se quema, y sólo puedo salvar a uno, te salvo a ti.

Shoyo lo miró molesto, pero esa expresión se vio rápidamente cambiada con una sonrisa, soltó una carcajada que contagió a Kuroo.

—Tal vez algún día tengas a alguien que ames un poquito menos que a mí.

Kuroo abrazó a Shoyo, no era que no hubiese tenido roces con alguien, pero nada serio hasta el momento, tampoco se había planteado aquello, no lo haría en un buen tiempo y su pequeño no tenía por qué preocuparse por ello.

—La leche está aquí— Bokuto llegó con la caja, se quedó parado en la entrada de la cocina, pues parecía que su hijo y Kuroo estaban compartiendo un momento.

—En quince minutos salen las galletas, papi— Tomó la mano de Kuroo y tiró de él hasta llegar frente a Bokuto—Vamos a ver "La casa búho"

La rapidez con la que Hinata acepta cambios, siempre sorprende a los mayores, es lo que llaman, mecha corta, su enojo o tristeza dura un poco, luego piensa las cosas y acepta la situación, ninguno de los dos le había hablado sobre sus gustos o la posibilidad de tener pareja, pero desde que Bokuto introdujo a Akaashi, las cosas estaban cambiando.