Ser padre

21.

Preparó la consola para jugar junto a su hijo (porque sí, Akaashi lo consideraba así), no sabía qué jugarían, esperaba que no fuera uno muy difícil, porque la verdad él era muy malo en los videojuegos.

—Está listo, Shoyo— llamó mientras se sentaba en el sillón, el niño apareció al momento, se veía emocionado. —Escoge un juego.

Al momento de arrodillarse para buscar alguno que le gustara, se dio cuenta de que todo era nuevo, se sentía feliz de saber que Akaashi realmente se estaba esforzando por hacerlo sentir en casa. Tomó la caja de Injustice y lo puso en la consola, se sentó al lado de Akaashi.

—No te preocupes, puede ser difícil al principio, pero puedo enseñarte— dijo amable, el mayor le miró con un poco de sorpresa, luego sonrió.

—Gracias, Shoyo— tomó el control.

—No hay nada que agradecerme, yo te agradezco a ti.

Esa tarde la pasaron jugando una y otra vez, Akaashi ya había comprendido cómo se jugaba, pero sin duda le faltaba más experiencia, el mayor nunca se había divertido tanto como aquel día y Shoyo sonreía como nunca había visto. Sin duda parecían estar destinados a ser familia.