Capítulo 4

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Después de la entrevista en las primeras dos semanas de conocer a todos, tuvo que recrear dos escenas de otra película, Call me by your name, esto con el fin de ver cómo se desarrollaban y cuánta confianza agarraron en el otro.

—¿Ya observaron bien la escena que van a recrear? —cuestionó el encargado, ambos asintieron
—Olviden que estamos aquí, metanse en la carne de Eliot y Oliver

—Eh, ¿qué te parece si giramos nuestras cabezas para que el ángulo nos ayude a que se vea más real?
—propuso el mayor en un susurro, a lo que el contrario no respondió, pero no era extraño puesto que de vez en cuando se comportaba de esa manera.

Se posicionaron y respiraron profundamente.

—¡Toma uno! ¡Acción!

Primero, Mew debía jugar con su dedo por los labios de Gulf y después juntar sus caras sin hacer contacto. 

El de venas grandes abrió ligeramente los labios; su aliento chocaba contra la nariz de Kanawut, era cálido; sus ojos se veían más lindos de cerca, a pesar ser cafés, el chico podía jurar que en ellos se reflejaba el brillante sol, un sol que cobijaba lo necesario para no morir de frío. Unos luceros en los que era inevitable perderse.

Al igual que con la hermosa estrella, por poco su cuerpo no resistía la gravedad.

Pero se alejaron.

—¿Ya estás mejor?

Cuando llegó la parte donde "Eliot" iniciaba el beso, éste respiró profundo antes de acercarse, manteniendo el contacto visual. El contrario no se movió, creyendo que usarían el dichoso ángulo. 

No esperó que se abalanzaran a él, yendo directamente por su labio inferior.

Ambos sintieron como si hubieran probado un cachito de cielo, no sabían a nada pero de alguna manera era adictivo.

El moreno jaló el belfo ni tan fuerte ni tan delicado, mientras su lengua tímidamente lo acariciaba.
Colocó sus piernas a los lados de la cadera y su mano izquierda en los pectorales para no caerse, se impresionó al sentir unos rápidos latidos estar en sintonía con los propios.

De un momento a otro, Mew intentó seguirle el paso torpemente, mordiendo su superior y entrelazando sus lenguas.

Todo alrededor se desvaneció, sólo existían Mew y Gulf... Gulf y Mew.  

En medio del beso, el menor escuchó que su contra parte jadeó; en respuesta se le bajó la presión, fue como si le tiraran un balde de agua fría que le adormeció las extremidades.

Volviendo a la realidad gracias a que esa boca se detuvo de golpe, el de tez clara empujó ligeramente a su Nong, tal como marcaba el guión.

Respiró con dificultad, totalmente sonrojado y esforzándose por recordar su diálogo —De... Deberíamos irnos

—¿Por qué?

—Me conozco, ¿si? Y nos hemos portado bien —su temple después de lo sucedido era de envidiar —No hemos hecho nada vergonzoso y eso es bueno. Quiero portarme bien, ¿si?

Como el menor casi omite su parte, acercó la mano más rápido de lo que debía al muslo ajeno.

Suppasit no pudo soportarlo más y se retiró de inmediato, cohibido.

—¡Corte! —todos les aplaudieron de pie —¡Lo hicieron genial chicos! No creí que hubieran avanzado tanto, hace un par de horas estaban tímidos con el otro

Gulf se separó tratando de recuperar aire y se carcajeó con ganas; Mew lo vió con miedo y aún agitado.

Si, no era la primera vez que hacía ese tipo de escenas. Pero Gulf era un chico tímido que necesitaba su protección. ¡¿Cómo era posible que un niño que se avergonzaba de verlo directo a los ojos el primer día, lo haya besado con gran intensidad?!

Sunflower [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora