Capítulo 45

286 48 3
                                    

Cada minuto al lado de sus pequeños lo aprovecharon al máximo, procuraban cuidarlos y educarlos de la manera más amorosa, siempre colocando el diálogo como su mayor aliado a la hora de corregir malas acciones, nunca los reprendieron con violencia física o verbal.

Sin embargo, claro que habían momentos en los que deseaban huir a una isla desierta, cambiarse el nombre y tener una nueva vida, después de todo son humanos; sobretodo cuando uno de los dos debía viajar al extranjero, dejando al otro la entera responsabilidad de los niños, sin contar que seguían teniendo trabajo; en estos casos los socorría Lin o algún otro amigo, pero todos sabemos lo que sucede cuando los tíos y los sobrinos se juntan.
Al final terminaban convirtiéndose en niños grandes que ayudaban a Natasha y Alexander en sus travesuras infantiles.

En sus cumpleaños número tres, les festejaron con una fiesta 'familiar', con payasos, actividades divertidas y demás.
Arreglaron la casa desde temprano, colocaron globos de helio por todo el lugar y pegaron una manta grande con sus rostros grabados y un feliz día mis príncipes escrito con letras de mil colores.

Tal vez parece aburrido el pensar en una celebración infantil únicamente para dos, pues están equivocados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tal vez parece aburrido el pensar en una celebración infantil únicamente para dos, pues están equivocados.

Las primeras en llegar, fueron LinSun junto a dos pequeñas de nueve y once años respectivamente. Ustedes se preguntarán ¿acaso Lin no quería hijos? Pues resulta que en su viaje vacacional a Perú, la pareja pasó por un orfanato donde se encontraba Griselda, una huérfana que se negaba a volver a las instalaciones.
Se aferró a un poste mientras lloraba de forma desgarradora, después de media hora de intentos fallidos por meterla, decidieron dejarla hasta que se cansara o tuviera hambre; la más joven se acercó para tratar de consolarla.

—¿Qué pasa cariño? ¿No te gusta aquí? —tocó suave su hombro y le habló con voz serena

—¡No!, ¡estoy arta! —gritó al tiempo que trataba de respirar —¡Hay algo malo en mi que no entiendo! Siempre que me adoptan trato de dar lo mejor, ser buena para agradarle a todos. ¡Pero no importa lo que haga! Al cabo de un mes me regresan —jadeó esa última frase, como si esperara resignarse con esa última desilusión. No quería caer de nueva cuenta
—Nadie me quiere

El corazón de su acompañante se estrujó contra su pecho y sus ojos comenzaban a arder, a la chica de seguro desde bebé la botaron en ese frío lugar, de por sí el trámite de adopción es largo y abrumador, le crean la idea de que tendrá calor de hogar pero la regresan siempre. Hasta un adulto se frustra cuando da todo de sí para lograr lo que quiere sin obtener éxito, encima piensa que es su culpa.

Acarició su frágil espalda temblorosa, con delicadeza —Debió haber sido difícil

Se unió Sun a ambas, fue ahí donde se le ocurrió hacerle una propuesta
—... ¿Y si la adoptamos?

—¡No! Ya no quiero que me mientan

Al cabo de un año, Griselda confirmó que en efecto, esa sería su familia de por vida, no tenía que tratar de agradarles, tan solo ser feliz.
En cuanto a Elizabeth, era su mejor amiga en el orfanato, así que...

Sunflower [En Corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora