Sunflower [En Corrección]

Capítulo 15

Nuestros chicos se quedaron medio día tumbados en la cama, sin duda el ejercicio de la noche anterior fue intenso.

El primero en despertar fue Gulf, debido a un pequeño dolor agudo en su cadera, no tan grande debido a que su P' no obedeció a sus demandas de mayor velocidad.

No se movió ya que notó que sus piernas se encontraban entrelazadas y estaban abrazados, parecían una sola persona.

Su cabeza seguía apoyada en el pecho contrario. Posó su mano en este, acariciando despacio para que no se despertara, como si quisiera descubrir cada músculo.
Le pareció curioso que sea fuerte pero blando a la vez.
Se tomó su tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido.

"Ayer P'Mew y yo... Ay no, nunca pensé que pasaría algo como eso entre los dos. O sea, si, nos gustamos y todo. Nos hemos besado mil veces y hasta escenas de cama interpretamos. Pero llegar a intimar.... Aunque no sé sintió mal..."

Su corazón bombeó sangre rápidamente a todo su cuerpo.
Estaba tímido y más por lo que concluyó en su mente.

Pero se sentía extrañamente relajado, era lógico ya que en la noche tuvo una inmensa explosión de hormonas de la felicidad.

Decidió dejar de pensar y centrarse en el calor del contrario y en el aroma de su sudor, pero no me refiero al típico olor desagradable que todos conocemos, sino al resultado de esa noche.
El vivo olor corporal de su pareja inundaba sus fosas nasales.
Decidió ignorar esa incomodidad en su parte baja.
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Después de un rato Mew se despertó moviéndose un poco, haciendo que Gulf gruñera bajo.

—Baby... ¿Estas bien? —preguntó casi en un susurro

El otro no contestó, sólo se aferró más

—Ay, perdón. No te quiero despertar —colocó su mano derecha en el cabello contrario, acariciandolo y perdiéndose en su suavidad

—Estoy despierto desde hace un rato P' —por fin respondió arrastrando las palabras

—Me hubieras despertado

—No quería que tu respiración dejara de ser suave

Ese Nong siempre se las arreglaba para sonrojar a su P'

—Eh, ¿Te sientes bien?, ¿te duele algo? —se notaba en su voz la preocupación

—Un poco la cadera, pero nada grave supongo

—Perdón, te juro que traté de ser lo más cuidadoso que pude. Déjame darte algo. Creo que en lo que N'Lin compró había medicina —se iba a levantar cuando Kana lo detiene

—No importa, déjalo pasar por ahora... Quiero estar así un rato más —pidió cual niño que no quiere irse de los juegos

—De acuerdo cariño —le dió un beso en la cabeza sonriendo —Sabes que eres mi príncipe azul y tus deseos son órdenes