—¿Cómo te fue en tu cita?—preguntaba entretenido, al tiempo que me golpeaba una costilla con el codo.
—¡No era una cita, lo juro! Y en, todo caso, bien, supongo.
—Sí... hagamos como que te creo. ¿Has alejado a más ninjas intrusos?
—Sípi, pero creo que pronto se darán cuenta —comenté.
—Bueno, son tus amigos. Estará bien si ellos lo saben.
—Sí, tiene razón —concordé—. El otro día fue a una aldea cercana, ¿verdad? Eso suena divertido.
—Ah, sí. Yo también tengo un alter ego para salir —guiñó un ojo mientras sonreía un poco—. Pasó de todo: me gritaron los fanáticos de un manga, me peleé con una señora y comí onigiris. Fue divertido —Tremendo.
—¿Te gritaron? Quiero detalles de todo —Me gustan estas cosas.
—Dí mi opinión de un ship de Boku no Hero —explicó.
—No sé cómo saliste vivo de ahí.
—Sí... Con la vieja me peleé porque quería «curar» a una jovencita que quería invitar a salir a otra, y yo odio que priven a la gente de su libertad. Lo último no lo siento necesario de explicar —dijo—. Bueno, fue suficiente descanso; ven acá.
La batalla inicio normalmente, ambos nos pusimos en posición de ataque e iniciamos. Como primer golpe intenté Taijutsu, pero la diferencia de poder sería obvia a mil kilómetros. El utilizar varios clones como distracción era útil, esto me permitió lanzar varios shuriken, cosa que sirvió para desenfocar la atención. Aproveché para «acertar» un golpe, pero resulta que había sido encerrado en un pequeño genjutsu; esto me demostró que no había estado peleando contra el clon físico, sino contra una ilusión. El verdadero apareció detrás mío, poniendo un kunai en mi garganta.
—¡Agh, prometo que algún día te ganaré, tonto clon de sombra!—El sensei reía divertido, parece que aún disfruta burlarse de mí de vez en cuando.
—Yo también estoy seguro de que lo harás. Sé que podrás pensar mucho acerca de todo esto y tal vez creas que soy muy duro respecto al tema, pero quiero que tengas claro que quiero hacerte tan fuerte como me sea posible. No es mi intención solo golpearte a lo idiota y enseñarte a escalar árboles.
Negué y contesté: —Así está bien. Si me lo pone fácil, jamás voy a avanzar.
—Sabía que lo entenderías.
Tras una pequeña sonrisa, se puso en posición de batalla y fue directo a mí, sin esperar respuesta. Esquivé de pura suerte de principiante una patada
—Batalla cuerpo a cuerpo. ¡En guardia! —ordenó divertido.
—¡Claro!
Fue algo bastante divertido de hacer, ya que me ayuda a ganar fuerza física y agilidad poco a poco. No es algo inmediato, pero sí siento que soy algo más fuerte —bastante— que hace poco menos de medio año.
Terminamos y Madara se echó agua en la cara; dice que él suda mucho, incluso si no está cansado. Me ofreció, pero no la requería.
—Okey... Vamos a revisar —avisó—. Debes aumentar tu fuerza física tanto como puedas; trabaja más en tu defensa, muchas veces la mejor defensa es conseguir buenos ataques; asegúrate de pensar al pelear: busca aberturas en los movimientos de tu oponente. Por último, intenta entrenar para aumentar también tu velocidad en general y de reacción —numeró—. Parece poco, pero a mí me tomó toda mi infancia tener una coordinación buena en todo eso.
—¡Anotado! —exclamé—. ¿En serio le tomó tanto tiempo? —pregunté algo asombrado. Él solo levantó un poco los hombros, para hablar a continuación.
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El aprendiz
Fanfiction¿Qué dirías si te digo que Madara Uchiha no murió? Me llamarías loco, ¿no es así? Bueno pues yo, Obito Uchiha, soy un loco, porque puedo confirmarte que ese hombre está vivo; vivo y con un deseo en mente. Dirás ¿cuál es? ¿Dominar el mundo? Déjame de...