¿Qué dirías si te digo que Madara Uchiha no murió? Me llamarías loco, ¿no es así? Bueno pues yo, Obito Uchiha, soy un loco, porque puedo confirmarte que ese hombre está vivo; vivo y con un deseo en mente. Dirás ¿cuál es? ¿Dominar el mundo? Déjame de...
Antes de iniciar, quiero que sepan que estos caps serán como pequeños apartados a los pensamientos de mi otro bebé, 'Kashi; algo así como estilo diario, idk. Serán cortos (1000-1500 palabras). En este se van a tratar sus sentimientos por las personas que lo rodean, más adelante va a ir relatando su punto de vista acerca de las cosas.
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Bien… Kushina me regaló este cuaderno, dijo que escribiera lo que pienso; o algo así. Abrí mi nuevo diario en la primera página y agarré una pluma que estaba al lado. Comencé a escribir.
«Uno de mis primeros, y menos agradables recuerdos, es la soledad.
Mi madre falleció en una misión, mi padre se suicidó, no tengo más parientes y siempre sentí que, de hecho, nadie me quería. Siempre eran cosas como: "¡Kakashi-kun es muy guapo!", "¡Eres un ninja muy fuerte!" y esas estupideces; nunca nadie ha querido ver detrás de esa persona «perfecta» que yo mismo me esfuerzo en interpretar, no quiero decepcionar a nadie. Hay veces en las que pienso en si de verdad estoy siendo yo, pues siempre trato de acomodarme a las expectativas.
Poco a poco, siento que eso ha ido cambiando. Ahora al menos tengo un par de amigos. Yendo por partes, sería algo así:
Al principio Gai era un chico gritón, molesto, raro y pesado; me fastidiaba para que entrenara con él o para pasar un rato. Con el paso del tiempo, lo conocí, y ahora lo considero mi mejor amigo, sin intención de ofender a Obito; de vez en cuando, aunque sea muy raro, está tranquilo y se puede hablar con él. Podemos pasar un rato muy agradable juntos. Sigue siendo pesado y me hace molerme los huesos entrenando, pero me cae muy bien y lo aprecio mucho.
Rin, Rin... a ella la consideraba fastidiosa y mucho, incluso si no me acosaba como otras chicas en la aldea. No entendía qué era lo que veía en mí, yo siempre la alejaba y rechazaba. Ahora me doy cuenta de los motivos por los que era así, se sentía por debajo de otras niñas y pensaba que siendo mi novia demostraría algo; me lo contó hace unos días, junto a que poco a poco se ha dado cuenta de que quizá solo estaba aferrada a un sentimiento de mentiras. Para este punto, aunque empecé a apreciarla desde el puente kannabi, es una gran amiga; una chica muy dulce y animada, algo tímida, pero genial cuando la conoces. Pasamos algo de tiempo juntos de vez en cuando.
Pensé que, cuando yo rechazaba sus muestras de cariño o salidas, ella se desilusionaba porque le gustaba, pero me contó que solo quería que fuésemos amigos; pensaba que no me agradaba o estaba molesto. Ahora me siento un poco —muy— horrible.
Minato y Kushina son como unos padres para mí. Minato es un gran tipo, sin duda alguna, solo es idiota en el tema de los sentimientos, de resto es genial; creo que Obito y Rin tienen razón en que soy su alumno favorito, me saca al menos seis días por semana a entrenar de noche. Me siento algo mal por mis ex-compañeros. Siempre está ahí para mí y me hace sentir mejor; me aconseja y guía. Si bien digo esto, sí le quise pegar cuando le salió con su «no estés triste» a mi amigo. Kushina es una mujer increíble, es dulce a su modo, aunque violenta; me ha apoyado muchísimo con el tema de mi sexualidad, y gracias a ella no me sentí tan mal. Dice que, cuando Naruto nazca, nosotros seremos sus hermanos mayores. Considerando que no me gustan nada los niños, es difícil imaginarlo.
