El aprendiz

¿Akatsuki? 2/2



—¡Mucho gusto, entonces!—El hecho de que le permitiera llamarlo por su nombre de pila ya era ganancia; además, la chica era simpática. Creía que con Kakashi ya lo había arruinado—. Dime Konan, sin honorífico —Me sonrió gentilmente, para luego guiarme a la que al parecer era la cocina o comedor de la casa.

—Oigan son realmente increíbles, el ser tan conocidos con esta edad es admirable —comenté amable.

—¡Gracias! Akatsuki empezó por el deseo de proteger a nuestra aldea.

—¡Eso es increíble! Me gustaría proteger a la mía algún día.

—¿Quieres ser Hokage?—inquirió curiosa.

—¡Sí!

—¡Lo lograrás! Yo creo en ti, aunque no te conozca casi —sonrió alegremente a su nuevo amigo.

—¡Gracias! Significa mucho para mí —Solo mi equipo me solía apoyar, Kakashi empezó hace poco.

—No es nada —pausó sus palabras antes de seguir—. Oye... ¿Crees que el enano me odie?

—¿Ah? No, Kakashi no es mala persona, no lo trates como tal, por favor; verás que se podrán llevar bien. Creo que con Nagato están congeniando de buena manera.

—¡Oh, sí! Nagato es amigable, pero es medio amargado y mandón, seguro se hacen mejores amigos.

Me carcajeé ante eso.

—Él no es tan así —intenté comvencer. Ella alzó una ceja.

—¿Es tu amigo? Ya pareces su novio defendiéndolo.

—¿¡Ah!? —Konan sonrió ante mi impresión.

—¿Ah no? Disculpa —se burló—. Lo decía porque yo miraba de la misma manera a Yahiko.

—N… no, Kakashi es un amigo. ¿Él sí es tu novio?

—No, pero antes me gustaba mucho. Igual, creo que el sentimiento no es mutuo ni lo fue, así que prefiero dejarlo para que encuentre su felicidad.

—Eres una buena amiga —respondí—. Igual, quiero que sepas que la respuesta no cambia. Él seguramente esté enojado un rato y se le pase, pero seguro se va a vengar.

—Tengo miedo.

—No te preocupes. ¿Cómo piensan ayudar a la aldea, de momento? —Cambiar de tema de la nada es mi pasión.

—Aún no sé... Pero lo voy a lograr. ¡Es nuestra misión!

—¡Suena genial!

—¡Gracias!

Gritamos demasiado, lo sé.

Me arrastró a la que creo sería su habitación y me sentó en un cojín.

—¿Te apetece hacer una pijamada? Puede ser divertido.

—¡Seguro! —Hace mucho que no hacía una verdadera. Ojalá hagamos una con Rin o con Kakashi pronto.

—¿Invito a los demás?

—Pues dudo que Kakashi acepte, así que pregúntale a Rin primero y tal vez se una.

—¡De acuerdo! —Bueno, creo que Konan y yo nos llevaremos bien. Somos similares, después de todo.

Konan salió del cuarto, prometiendo regresar deprisa.

Momentos después, mi ahora amiga llegó con una mancha de yogur rosa en la cara y cabello.

—No creo que vengan.