Ella es Ophelia.

Capítulo 12

Estaba terminando mi cereal cuando mi mejor amiga Melbourne me llamó.
- ¡Ophelia! - alzó la voz en cuanto conteste.
- Mierda ¿como estas? - deje caer la cuchara al plato
- Estoy demasiado bien, emocionada más que nada. Tengo que darte una noticia. - por lo feliz que se escuchaba podía darme cuenta de que era una buena noticia.
- Claro dime.- subí un pie a la silla
- En una semana será tu cumpleaños y yo y tu mamá organizamos un viaje a México para ti y todos tus amigos. Ya sabes, venir y darles un tour a todos y cenar.
Realmente no me había tomado el tiempo de pensar en que haría en mi cumpleaños. Creí que solo haría una video llamada con mi madre mientras que todos me cantaban las mañanitas, y tal vez iría a la cochera de Hanna y bueno... Saldría a cenar con Sarah.
- Esta increíble creo... Pero ¿cuantas personas pueden ir? - pregunté pensando en Sarah
- Compramos 5 boletos incluida tú.
El plan estaba casi perfecto, solo que en mi opinión creo que sobraba un boleto.

Mi chocolate aún seguía caliente como para tomarlo.
- ¿Todo en orden? - pregunto Sarah probando su chai en taza
- ¡Oh! Claro, si todo en orden. - me recargue en el respaldo de la silla. - Mi mejor amiga de México me llamó esta mañana.
- ¡Genial! ¿Como esta? - levantó la cejas asombrada
- Emocionada. - mire como dejo su taza en la mesa - Mi madre y ella planearon un viaje para mi cumpleaños... Un viaje a México con "todo pagado"
- ¡Es Grandioso! Pero creí que haríamos algo sencillo tu y yo ese día. - no creí que ella realmente pensara en pasarlo conmigo, creí que solo era yo la de la idea.
- Créeme que yo también pensé en hacer algo pequeño y sencillo... Pero me tomaron de sorpresa. - comencé a batir el chocolate con la cuchara mientras soplaba. Note que Sarah se sintió mal por pensar que ya no haríamos nada juntas esa fecha. - Pero pensé en que podrías venir a México, conmigo. - me encogí de hombros
- ¿Tu quieres eso? ¿Quieres que vaya contigo? - se sorprendió.
- Me sorprende que te sorprendas... ¡Claro que quiero que vengas! - sonreí tratando de hacerla sentir mejor.
- ¡Bueno entonces a empacar! - levantó una ceja y mordió su labio.