不作不死 - Bu zuo bu si

Capítulo 3: Oportunidad

Jiang Cheng no tenía tiempo –ni ganas– de contarle todos los detalles a Wei Ying, así que volvió a preguntar. —¿Qué haces aquí?

—Salvar a mis papás —dijo muy orgulloso y fue lo único que pudo contestar porque Jiang Yanli ya se había devuelto para ir a llamarlos.

—A-Cheng, A-Ying, no se queden atrás. Sabes que a A-Niang no le gusta que la hagamos esperar —dijo extendiendo su mano para que su hermanito la tomara y él lo hizo, aunque un ligero rubor apareció en sus mejillas. Wei Ying no dijo nada y trató de suprimir una sonrisa, así que prefirió conversar.

—Mi papá dijo que tu nombre era Yanli y que eres mi shijie. ¿Puedo llamarte así?

Ella se cubrió el rostro con la mano libre, mostrándose avergonzada. —¡Lo siento! No nos presentamos. Yo soy Jiang Yanli, pero tú puedes llamarme shijie si quieres.

Wei Ying comenzó a hablarles sobre lo que sus papás le habían contado mientras venían de camino a Muelle de Loto, sobre cómo sus padres habían sido compañeros de aventuras antes de sus matrimonios. Estaba emocionado por tener muchas más memorias con sus padres y no quería olvidar ninguna.

No pudo compartir mucho más pues ya habían llegado a la veranda y tuvo que ir a tomar su lugar junto a su madre. Los hermanos Jiang se acomodaron junto a Yu Ziyuan y ya solo había que esperar a los hombres. Wei Ying estaba un poco ansioso porque ella siempre le daría un poco de miedo y porque no sabía cómo iba a llevarse con su mamá, pero era un poco raro que ella misma hubiera sido quien les ofreciera quedarse y no Jiang Fengmian.

Mientras esperaban, Yu Ziyuan le hizo algunas preguntas a Cangse Sanren sobre los años que estuvieron lejos, así Wei Ying supo que tenían un poco más de seis años desde que Wei Changze tomó la decisión de dejar la Secta Yunmeng Jiang y volverse cultivador errante junto a su esposa. Jiang Fengmian siempre dejó la puerta abierta para su amigo por si algún día deseaba volver y establecerse allí cuando tuvieran hijos.

Wei Ying no pudo evitar hacer una mueca. No creía que Jiang Fengmian tuviera las mismas inclinaciones que Jin Guangshan, pero definitivamente no podía ya confiar en que sus intenciones fueran completamente puras y desinteresadas. Esperaba no descubrirlo mirando mal a su mamá porque era capaz de lanzarle lo que tuviera a mano aunque lo reprendieran luego. Tener cinco años no estaba tan mal, después de todo, porque podía ser un poco grosero y solo lo tomarían como un comportamiento a corregir.

Jiang Fengmian y Wei Changze llegaron al fin y tomaron asiento junto a sus esposas. Los sirvientes comenzaron a llevar los alimentos y Wei Ying obtuvo un tazón de sopa de raíz de loto y costilla de cerdo. Olía bien, pero no era como el aroma que él recordaba y al probarlo tampoco tenía la misma sazón.

Jiang Cheng estaba sentado a su lado y rió discretamente al ver que suspiraba decepcionado al probar el primer bocado. Se inclinó un poco hacia él y le susurró al oído. —A-Jie todavía no sabe prepararla.

Wei Ying llevó un bocado más a su boca y sin sacar la cuchara miró a Jiang Cheng y le sonrió antes de seguir comiendo. Saber que Jiang Cheng también conservaba memorias de su otra vida le trajo paz pues con su incapacidad de recordar todas las cosas no estaba seguro si podría evitar algunos de los eventos que los condujeron a terminar en tragedia. No sabía si sus padres iban a querer establecerse en Yunmeng, pero encontraría la forma de mantener comunicación con Jiang Cheng.

—El asunto de Yiling parece ser urgente. Considero que es necesario llevar un regimiento, porque si realmente es una criatura que salió de los Túmulos Funerarios debe ser muy poderosa. Nada bueno puede salir de ese lugar —habló Jiang Fengmian.

Girándose discretamente, Jiang Cheng alcanzó a ver la mueca en el rostro de Wei Ying. Más tarde vería la forma de hablar los dos en secreto porque había muchas cosas qué discutir. Por el momento, había que ver qué planeaban hacer con el problema en Yiling.