不作不死 - Bu zuo bu si

Capítulo 61: Repetición

—...pero… —cerró los ojos un instante y su cuerpo se tambaleó. 

Lan Wangji reaccionó con gran velocidad para evitar que Wei Wuxian cayera en la mesa al momento de desvanecerse, aunque no fue un desmayo como tal. Se disculpó y quería continuar contestando la pregunta de Jiang Cheng, pero Lan Wangji lo detuvo.

—Es mejor que duermas —ordenó—. También nosotros debemos descansar, más tarde podemos conocer los detalles.

—Pero Lan Zhan… —Wei Wuxian miró a Jiang Cheng, quien era evidente que estaba conteniéndose y en una encrucijada, pero viendo cómo Wei Wuxian luchaba por mantenerse despierto, finalmente se rindió a que no tenía otra opción.

—Tiene razón… solo quiero saber una cosa. ¿Están aquí?

Wei Wuxian negó. —Permanecen ocultos en otro sitio, pero podremos verlos por la mañana.

Jiang Cheng dejó salir un fuerte soplido.

—Bien. Descansemos ahora. Maldita sea, Wei Wuxian…. —frustrado, caminó hacia la cama que eligió para descansar un par de horas hasta que llegara el amanecer. Definitivamente no iba a poder dormir, sus padres estaban vivos, pero había alguna objeción, algo malo con ellos que los había forzado a permanecer ocultos bajo el cuidado de los Wen. Era perfecto para su plan, pues el regreso del líder Jiang y su esposa agregaría tensión en Wen Ruohan al darse cuenta que no había podido derrotar a ninguno de sus mayores rivales y además, mientras que sus familias no tuvieron ninguna baja significativa, él ya había perdido a su hijo mayor y el menor estaba a punto de perecer en sus manos.

Lan Wangji, por su parte, iba a levantarse y dejar que Wei Wuxian durmiera en la cama donde estaban, pero este se aferró con fuerza de su túnica y no lo dejó moverse.

—Lan Zhan… 

Lo miró a los ojos. Le suplicaba que no lo dejara solo, que lo abrazara para poder dormir. En su vida anterior solía verlo así cuando a la mitad de la noche despertaba sobresaltado por alguna pesadilla. No eran frecuentes, pero siempre tenían el resultado de que Wei Wuxian se abrazaba con más fuerza a él hasta que su corazón dejaba de latir acelerado y podía volver a conciliar el sueño. Tenía esa mirada que le dolía tanto, tan vacía y llena de frialdad a causa de una inmensa desesperanza y miedo. Al fin de cuentas, lo que menos deseaba había ocurrido y recurrir a la cultivación demoníaca podría traer aún terribles consecuencias. Las circunstancias ahora eran malas, pero no tanto como en su primera vida y todavía estaban a tiempo para corregir lo que fuera necesario y no terminar en una tragedia mayor.

—Mmn —contestó Lan Wangji a la pregunta silenciosa de su prometido y en lugar de levantarse se acomodó en la cama junto a él y tras unos momentos para acomodarse, lo abrazó con firmeza contra su pecho, asegurándose de que pudiera dormir bien al menos por un par de horas.

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Fueron despertados incluso antes de la hora en que Lan Wangji despertaría naturalmente. Eran Wen Ning y Wen Shufen que los urgían a levantarse para iniciar el corto viaje a donde los padres de Jiang Cheng permanecían ocultos. Debían moverse rápido, antes de que alguien pudiera verlos.

—Todo está listo para transportarlos, pero debemos ser muy cuidadosos.

Wei Wuxian todavía no lograba recuperarse, pero no protestó tanto para levantarse. Aún así, Lan Wangji lo sostuvo todo el tiempo mientras iban hacia una carreta que no parecía usarse para transportar personas. Ocultos por varios bultos sin forma, fueron llevados a un terreno algo apartado de la Oficina de Supervisión.

Jiang Cheng fue el primero en bajar, ansioso de poder ver a sus padres, pero tuvo que aguardar todavía un instante mientras los Wen llevaban a un inconsciente Wen Chao a una de las habitaciones. Wen Qing salió de allí para ir a recibir a sus visitantes mientras Lan Wangji ayudaba a Wei Wuxian a bajar de la carreta.