Jiang Cheng y Lan Wangji volvieron a organizar el asalto al lugar de adoctrinamiento para recuperar las espadas de todos, pero en esa ocasión lograron obtener un poco más de información. Wen Chao ya había escuchado de la Campaña para derribar el sol, pero no se inmutó y decidió ir a otra región para levantar su oficina de vigilancia allí.
Recogieron las espadas de sus compañeros y las entregaron a los discípulos que tenían como encargo llevarlas a sus dueños. Jiang Cheng tenía a Sandu en sus manos, pero sin Zidian iba a perder fuerza de pelea. Quizá podría ir a Meishan para pedirles que elaboraran un látigo para él, pero no sería lo mismo.
Lan Wangji tomó a Suibian con cuidado y trató de sacarla de su vaina, pero no se movió ni un milímetro a pesar de que hizo múltiples intentos.
—Está sellada —dijo con aparente monotonía, pero Jiang Cheng lo conocía lo suficiente para detectar el pánico que había en su mirada y en su voz, que pronto se le contagió y tomó la espada para intentar desenvainarla, sin poder hacerlo.
—No puede ser... debe haber otra explicación.
—Hmn —contestó Lan Wangji, pasando saliva. No quería creer que Wei Wuxian pudiera estar muerto, así que comenzó a buscar explicaciones en su cabeza y había llegado a una que le satisfacía—. Las armas también tienen espíritus. Wei Ying llevaba a Suibian cuando la Matriz de Retorno nos trajo de vuelta, su espíritu también debe haber regresado.
—Pero entonces yo debería ser capaz de sacarla.
Lan Wangji sacudió la cabeza.
—No tienes el núcleo de Wei Ying.
Jiang Cheng parecía satisfecho con esa explicación. Tampoco quería creer que Wei Wuxian hubiera muerto, pero la alternativa no resultaba muy alentadora tampoco. Querían evitar que recurriera al Cultivo Demoníaco, pero si se había encontrado con Wen Zhuliu, esta vez sería él quien tendría su núcleo destrozado. Si además lo llevaron de nuevo a los Túmulos Funerarios, era cuestión de tiempo que tuvieran noticias de Yiling Laozu.
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Mientras tanto, la emboscada en Heijan se estaba llevando a cabo. Los discípulos de Qinghe Nie estaban al frente, mientras que los grupos de Gusu Lan y Yunmeng Jiang se encargaban de los flancos. Wen Xu creyó haber acorralado a Nie Huaisang, que fue el señuelo en esa ocasión, y fingió perfectamente un desmayo antes de que los cultivadores Wen fueran bañados por una ráfaga de flechas. Wen Xu cayó de rodillas, herido de gravedad pero todavía bastante lleno de vida, y vio a Nie Mingjue acercarse a él mientras Nie Huaisang se levantaba de lo más tranquilo, siendo evidente que nunca estuvo mal. Wen Xu intentó tomar su espada y atacar de improviso, pero el disparo de una flecha impactó directamente en su mano y lo obligó a desistir. El dolor no duró mucho tiempo más, lo último que vio fue a Nie Mingjue blandiendo su sable en un movimiento decidido para cortarle la cabeza.
Nie Huaisang no vio el final de Wen Xu. Su vista se había posado en la persona que disparó la última flecha. Zhen Yao había demostrado una sobresaliente habilidad con el arco y la flecha, lo que no era de extrañarse pues había entrenado con Wei Wuxian y Jiang Cheng, pero aunque actuara justo a tiempo para ayudar a su hermano, no terminaba de sentirse desconfiado con su presencia.
Nie Mingjue hizo colocar la cabeza de Wen Xu en una estaca y luego volteó hacia donde los discípulos aliados se acercaban, aproximándose decididamente hacia Zhen Yao.
—Tienes unos reflejos impecables y pensamiento rápido, además de una habilidad sobresaliente con el arco. Fue un buen tiro el que hiciste hace un rato.
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不作不死 - Bu zuo bu si
Fiksi PenggemarSi todo pudiera ser diferente... Gracias a un pequeño deseo se presenta la oportunidad de volver a un momento clave para cambiar la historia y evitar terminar nuevamente en una tragedia. _____ SHIPS PRINCIPALES: WANGXIAN XICHENG Quizá agregue otras...