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Actualidad.

...

JiMin se dejó caer en el sofá mientras un suspiro cansado escapaba de sus labios, las luces del apartamento estaban completamente apagadas, signo visible de que YoonGi todavía no había llegado de su trabajo.

El menor de ambos sonrió pensando en el pálido, seguramente estaría o en un bar con sus compañeros de trabajo intentando ligar con alguna chica, o simplemente estaría en una de esas tantas reuniones aburridas de policías sobre como poder salvar al mundo usando un chaleco anti-balas, mientras pensaba en ello, no fue consciente de la puerta siendo abierta, mucho menos de como YoonGi entraba por esta.

— JiMin, ¿Cuántas veces debo decirte que tienes que cerrar la puerta bien? — El menor rió divertido ante el regaño que recibía sin observar el rostro del pálido. Fue cuando se levantó de su cómodo lugar que se dio cuenta de las circunstancias en la cual estaba llegando el mayor. Casi de inmediato se levantó de su lugar mientras se acercaba al pálido y veía con dolor el vendaje que rodeaba el brazo izquierdo del mayor.

Sin pensarlo mucho, tomó la mano de YoonGi y lo llevó consigo hasta el sofá en donde anteriormente había estado tirado.

— Te quejas de mí. — Gruñó el menor preocupado mientras llevaba sus manos con desesperación a la camisa del pálido y empezaba a desabotonar los botones. YoonGi sonrió ante la preocupación del castaño mientras sentía las fría manos de este tocar con cuidado la parte herida en su abdomen y su brazo. — ¿Cuándo tendrás más cuidado tú? — Cuestionó preocupado. YoonGi negó.

— No es para tanto. — JiMin le observó con molestia mientras negaba.

— ¿No es para tanto estás diciendo? — Exclamó con molestia. — Un día de estos no vas a llegar a mí y entonces... — JiMin no pudo terminar de hablar cuando sintió los labios del contrario impactar contra los suyos en un cálido y tierno beso. Al principio intentó negarse ante aquello, pero mientras más pasaba el tiempo, más estaba convencido en dejarse llevar por todos los sentimientos que estaban retenidos en su interior desde tantos años atrás.

Sin embargo, cuando las manos del pálido se fueron hacia los bordes de la camisa de su uniforme intentando subirla, JiMin se paralizó por completo y la burbuja en la cual había estado flotando durante esos minutos se rompió por completo mientras se separaba del mayor y lo veía completamente asustado.

— ¿Qué estás haciendo YoonGi? — Cuestionó con miedo sintiendo el acelerado latir de su corazón asustado y ansioso. El pálido sonrió con tristeza mientras veía al menor. — ¿YoonGi estás bien?

— ¿Por qué no puedes darte cuenta de lo que siento? — Cuestionó el pálido casi con dolor en cada una de sus palabras. JiMin parpadeó confundido.

— ¿Qué sientes? — Inquirió. — Yoon, no sigas hablando, seguro todavía estás drogado por la anestesia y estás confundiendo las cosas, tú no... — JiMin negó sin querer ver al mayor mientras se levantaba del sofá. — Es eso... Estás confundido.

— JiMin, no he salido con nadie desde que vivo contigo, ¿eso no es algo que te crea dudas? — JiMin negó.

— Supuse que cuando no llegabas a casa estarías en algún lugar con alguien. — Mencionó sincero. YoonGi rió incómodo mientras negaba y se alzaba del sofá. — ¿A dónde vas?

— Estoy enamorado de ti. — JiMin negó ante la mirada sincera del pálido. — ¿Escuchaste?

— No digas mentiras YoonGi. — Mencionó el menor negado a aceptar algo que tanto había deseado. YoonGi le observó con dolor por un último instante antes de simplemente perderse entre los pasillos hacia las habitaciones.

Cuando menos se lo esperó, YoonGi apareció con otra camisa puesta y un pequeño bolso guindando de su brazo sano. JiMin estuvo a punto de preguntarle a donde iba pero el mayor simplemente siguió directamente hasta la puerta y lo único que escuchó el menor de ambos fue el fuerte sonido de la puerta al ser cerrada.

...

Tiempo atrás.

...

YoonGi observó con curiosidad la casa de su mejor amigo, aunque eran amigos desde un par de años atrás, aquella era la primera vez que pisaba la casa de la familia Park. ChanYeol no paraba de hablar sobre el juego que habían ganado pasado media hora atrás, elogiando sobre los movimientos que ágilmente había hecho para lograr anotar y dar los últimos puntos para poder ganar el partido contra la universidad contraria.

— Antes de que pases, debo advertirte algo. — La voz de ChanYeol se escuchó en toda la entrada. YoonGi le observó con curiosidad y un tanto intrigado ante el cambio tan brusco en el más alto. — Mi hermano menor es un poco... Raro. — Comentó desviando la mirada con incomodidad. YoonGi arqueó la ceja un tanto contrariado mientras se encogía de hombros.

— ¿Qué tan raro puede ser? — Cuestionó intrigado. ChanYeol sonrió incómodo.

— Lo suficientemente raro como para no invitarte en todos estos años a la casa. — Mencionó apenado. El pálido le restó importancia.

— ¿Cuántos años tiene? — Preguntó curioso.

— Tiene trece, casi catorce. — Expresó ChanYeol. — Yo considero que es cosa de la edad, está entrando en la adolescencia y tú y yo sabemos que somos muy hormonales en esa edad, pero a veces es tan... — YoonGi negó restándole importancia.

— No haré ningún comentario, tranquilo. — Mencionó para tranquilidad del contrario. Sin embargo, cuando ChanYeol abrió la puerta de su casa, lo primero que escuchó fueron los gritos de su madre. YoonGi observó un tanto curioso la escena mientras veía como una mujer se empeñaba en llamar la atención en un jovencito que poco le importaba lo que ella estaba diciendo.

Entonces con solo esa mirada, reconoció al chico como el hermano problemático que ChanYeol había descrito. El chico era bajito y con las mejillas más abultadas que YoonGi había visto alguna vez, se le hacía un tanto curioso el llamativo color rosado que cargaba en el cabello, pero para el pálido aquello poco tenía que importarle. Lo que el chiquillo quisiera hacer con su vida no tenía porque importarle a él.

Cuando el menor divisó la puerta de la casa abierta, sin importarle lo mucho que su madre estuviera gritando, empezó a caminar en dirección a esta. ChanYeol soltó un suspiro cansado mientras negaba.

— Jimin, mamá está hablando contigo. — Mencionó con obviedad. El menor rodó los ojos mientras pasaba por su lado empujándole.

— Tú cállate, idiota. — Gruñó molesto. Aquello arrebató una sonrisa por parte de YoonGi y JiMin se detuvo un momento para observar al desconocido. — Buenas tardes amigo del idiota.

Y con eso, YoonGi supo que el tan temido problemático hermano menor de su mejor amigo, era un tanto diferente, pero no por ello; tan malo como ChanYeol lo explicaba.

...

Siempre digo que actualizaré cuando termine una historia, pero mírame, aquí ando.

La historia se manejará en dos tiempos, entre el actual y el pasado para que puedan saber más sobre como se conocieron YoonGi y Jimin. Hay una clara diferencia de edad que luego especificaré. 

De ante mano, muchas gracias por leer si llegaste hasta aquí.

Espero les guste esta historia que poco a poco irá tomando forma.

¡Hasta pronto!

Nothing Compares » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora