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JiMin no sabía cómo clasificar todas las emociones que golpeaban en su pecho.

Estaba emocionado, un poco adolorido, exaltado y abrumado aún por la ferocidad con la cual es amado.

—Vuelve a la cama. —Musitó en medio de un gruñido el pálido. JiMin sonrió al sentir el brazo de YoonGi afianzarse sobre su cintura, impidiendo así cualquier movimiento.

—Déjame levantarme, mi teléfono sonó y lo dejé en la mesa. —Explicó. YoonGi medio gruñó enterrando su rostro en la curvatura del cuello del menor.

—¿Dejarás a tu hyung solo? —Indagó con ese tono sugerente que hizo a JiMin tensarse en su lugar. —¿Hmm?

JiMin por poco cayó ante la seducción oculta en ese tono de voz.

—No sé que hora es y tengo una guardia de 6 a 6 hyung. —Explicó con un puchero, alejándose solo un poco del calor corporal del pálido. —Tú también tienes obligaciones. —Le recriminó.

YoonGi bufó.

—Soy el líder de mi equipo, además JungKook me dijo que cubriría este día para que yo le diera el viernes, acepté. —Dijo mientras se encogía de hombros sobre la cama, aún con los ojos cerrados y la voz rasposa producto del sueño.

JiMin envidió aquello.

Porque él si tenía que salir, él tenía una obligación que no podía posponer.

—Iré a buscar el teléfono y me daré un baño. —Anunció levantándose de la cama. Una pequeña sensación de dolor se instaló en él, y JiMin maldijo internamente mientras sentía la mirada curiosa de YoonGi sobre él.

—¿Pasa algo? —Cuestionó risueño pero con un aura de inocencia que hizo a JiMin reír.

—Mi novio me la metió muy duro. —Se lamentó con una sonrisa divertida. La expresión risueña del mayor desapareció por completo.

En cambio le estaba dando esa mirada, ese tipo de mirada que JiMin sabía, no iba a traer nada bueno para su corto tiempo disponible.

—¡Ya deja de verme así! —Se quejó arrastrando consigo una sábana, enredándola en su cuerpo con dificultad, dado sus nervios.

Se sentía como la presa de un cazador.

—Anda a ducharte antes de que no puedas salir de este cuarto. —Aconsejó YoonGi. JiMin no lo pensó mucho y le tomó la palabra.

Una especie de orgullo creciente en su pecho al saber que tenía a YoonGi justo donde lo había querido siempre se instaló en su pecho.

Pasado.

No habían tardado demasiado en volver a encontrarse.

Era casi ridículo pensar que no se verían.

Pero JiMin, había esperado todo el primer día, que al no ver un mensaje diferente al de su grupo de compañeros, había hecho a su espíritu enamorado flaquear un poco.

Sin embargo, cuando a la tarde siguiente su teléfono sonó sobre la mesita de noche, JiMin casi saltó de su cama, emocionado, embriagado de curiosidad y anhelo.

Número desconocido.

Soy Min.

¿Nos vemos en la noche a cenar? Yo invito.

JiMin sonrió ante aquello. Sin dudarlo ni un segundo respondió aquel mensaje y se dejó caer nuevamente en su cama.

Faltaba poco para que atardeciera y posteriormente anocheciera, y entonces JiMin pensó que el tiempo pasaba lento.

Nothing Compares » Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora