Pasado.
...
JiMin realmente no sabía que hacer, pero la indiferencia de YoonGi lo estaba matando lentamente. Había perdido el interés por algunas clases, incluso había dejado de asistir a algunas prácticas de laboratorio que le estaban pasando factura en aquellas semanas finales.
Todo porque no podía soportar el hecho de que YoonGi parecía no querer verlo ni en fotos.
— ¿Te pasa algo JiMin? — ChanYeol a su lado cuestionó curioso. JiMin negó mientras veía la cafetería. Estaba seguro de que si YoonGi no aparecía en aquel almuerzo, emitiría un boletin de desaparecido. — ¿Buscas a YoonGi? — Indagó el mayor.
— Eso no te interesa. — Chan rió, de esa forma socarrona que tanto le molestaba a JiMin.
— YoonGi siempre estuvo contigo, ¿no? — Cuestionó el mayor. — Y tú perfectamente creíste que lo estaría siempre. — Rió burlón.
— No tengo que creerlo, es así. — Negó el menor ofuscado por el tono burlón que empleaba su hermano y la forma en la cual estaba viéndole.
— Me temo que es momento de que abras los ojos, JiMin. — Comentó el mayor. — ¿Desde cuando YoonGi no te habla? — Cuestionó fingiendo pensar. — Ya recordé, desde que te descubrimos saliendo de casa de Hyuk luego de entregarte a él como si fuer... — Lo que fuera a decir terminó a medias producto del agua fría que golpeó su rostro. JiMin le observó completamente molesto y ChanYeol comprendió que había dicho demasiado. — L-Lo s-siento... Y-Yo... — JiMin negó.
— Eres un estúpido y un idiota. — Negó el menor dejando el almuerzo a medias para levantarse de la mesa en donde estaba. Los cuchicheos se escucharon a su alrededor pero a JiMin, poco le importó aquello.
...
YoonGi observó con preocupación a la persona que estaba sentada bajo aquel árbol qué, en contadas veces, lo arropó bajo su sombra mientras necesitaba pensar. Cuando distinguió bien de quien se trataba, quiso retroceder los pasos dados e ignorarlo, pero cuando un suave sollozo llegó a sus oídos, YoonGi no dudó en terminar de acercarse.
Había prometido algo hace mucho tiempo.
— ¿JiMin-ah? — El menor alzó el rostro y YoonGi sintió que algo dentro de sí, se rompió con aquella imagen tan dolorosa. — ¿Qué te hicieron? — Gruñó casi con molestia mientras se acercaba al menor de ambos con evidente preocupación.
— N-Nada. — Negó JiMin ignorando al mayor. Seguramente se vería horrible, pero para YoonGi, aquello poco importaba. — No tiene sentido, solo soy un llorón.
— De ninguna manera. — Negó el pálido tomando el rostro de JiMin entre sus manos y observando aquellos ojos que, YoonGi creía, tenían alguna especie de hechizo porque siempre que los miraba, parecía hundirse más y más en lo que sentía por JiMin. — Me importas, así que necesito saber que te hicieron.
— Solo son los comentarios tontos de ChanYeol que hacen que me sienta un anormal. — Susurró sin ánimos. YoonGi rió sin gracia.
— Entonces yo soy otro anormal. — Susurró aquello YoonGi, como si fuera un secreto que solo quería compartir con JiMin. El menor sonrió divertido ante la risa del contrario, sintiéndose casi morir cuando la mirada del pálido, recayó por segundos en sus labios. — J-JiMin... — Susurró casi con dificultad — Y-Yo quisiera...
— ¿Q-Quisieras? — Preguntó JiMin, sintiendo el revoloteó en su interior.
— Recuerda que siempre estaré contigo. — Susurró repentinamente el mayor, cambiando de forma abrupta la conversación y dejando a JiMin con su corazón corriendo la milla extra.
...
Presente.
...
JiMin supo que no sería fácil. Incluso antes de escuchar de boca del doctor que YoonGi solo quería ver a su mamá y a JungKook. El mayor lo estaba evitando a toda costa y JiMin no podía querer más que acercarse desesperadamente al mayor y aclarar todo lo que estaba mal con ellos.
— Ten paciencia JiMin-ah. — Consoló la mayor a su lado. — Hablaré con él y verás que todo entre ustedes mejorará, lo merecen. — Susurró con cariño. JiMin asintió mientras sentía aquella sensación molesta picar en su pecho cuando observó a JungKook entrando en la habitación de YoonGi.
— Confío en usted. — Fue lo que pudo acertar a decir el menor de ambos.
...
Al pasar las horas, mientras YoonGi observaba el blanco techo de la habitación, las palabras de su madre y JungKook no salían de su mente. Por una parte, él más joven le había dicho que olvidara todo y fuera feliz sin importar qué, y por otro lado, su mamá lo había hecho reflexionar sobre todo lo que había sentido durante esos años.
¿Estaba dispuesto realmente a seguir creando más distancia entre JiMin y él?
No lo estaba.
Pero después de todo... ¿Realmente podría hacerlo? Porque YoonGi sentía que la valentía de aquella noche, desapareció en el preciso momento en que JiMin lo apartó.
— Quizás solo debería olvidarlo. — Susurró para sí mismo, ignorando completamente la presencia ajena a él en la habitación. La puerta del cuarto terminó de cerrarse y la mirada de JiMin reposó sobre YoonGi. El pálido boqueó varias veces sin saber que decir mientras que el menor de ambos terminaba de acortar la distancia entre ellos.
Ninguno habló en lo que pareció ser una eternidad, cuando claramente fueron minutos. Simplemente se observaron fijamente, como si no supieran como iniciar una conversación decente.
— Dijeron que no querías verme. — Susurró JiMin, rompiendo el silencio que los acompañaba. YoonGi asintió.
— Supuse que lo ignorarías. — Respondió el mayor de forma distante. — Eres terco.
— Necesitaba verte y saber que estás bien. — JiMin se acercó observando el semblante serio del mayor. — Y quería... Yo quería hablar contigo de tantas cosas. — Soltó aquello sin filtro. YoonGi rió sin gracia.
— ¿Es momento de hablar dices? — Indagó fingiendo curiosidad. — Todo quedó claro para mi, JiMin. — Negó el pálido. — Y no tengo porque escuchar algo que no quiero. — Esta vez fue el turno de JiMin para negar, sintiendo el claro rechazo de YoonGi con fuerza en su pecho, como si de un golpe se tratara.
— Me quieres. — Mencionó JiMin. — Estoy seguro de eso. — YoonGi se encogió de hombros.
— ¿De que sirve que estés seguro ahora? — Indagó el pálido. — No es necesario que vengas a fingir algo que tú claramente, no sient... — YoonGi calló. Calló en el preciso momento que volvió a sentir la suavidad de aquellos abultados labios contra los suyos mientras observaba perplejo los ojos cerrados del menor.
Y, aunque una parte clamaba por querer alejarse de JiMin, la otra simplemente se dejó llevar por algo que había deseado desde tanto tiempo. Así qué, sin dudarlo un momento más, llevó sus manos al rostro de JiMin apresándolo entre ellas mientras se hundía en aquella sensación que tantas veces quiso probar. Se aferró con fuerza al menor y tomó por completo lo que quiso de aquel beso, no dando lugar al arrepentimiento de JiMin y sumergiéndolo así, en un intenso océano con tintes de pasión y anhelo.
Después, hablarían todo lo que tenían que hablar.
...
¡Hola! Gracias por la espera.
¿Es este por fin el momento para que el YoonMin sea feliz?
¡Gracias por leer!
Hasta pronto.
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Nothing Compares » Yoonmin.
FanfictionA la corta edad de trece años, Jimin comprendió muchas cosas. La primera era que nunca podría complacer a todo el mundo, la segunda era que estaba totalmente seguro que le gustaban los hombres, y la tercera y no por ello, menos importante: Estaba e...