25. ¡Subid los telones que el maestro del caos ha entrado en escena!

259 25 17
                                    

Ix se acercó lentamente a Knuckles desde el interior de la selva que cubría el altar.

Buenos días a todos ustedes, amables caballeros. Veo que finalmente han aceptado mi oferta de paz y me han dejado usar un poco de la energía que ostenta con infinidad la Esmeralda Maestra. –Diría Ix.–

Si la Esmeralda Maestra dice que todo equidna tiene derecho a tomar su poder, entonces lo acepto. –Responde Knuckles.–

Qué bien que lo entendió, joven protector. –Diría Ix para acto seguido acercarse a la Esmeralda Maestra.– Finalmente, estamos uno al lado del otro. –Decía aquel emperador hacia la gran gema.–

Knuckles no dejaba de mirarle fijamente; aunque es verdad que Knuckles fue engañado en múltiples ocasiones por el doctor Eggman, eso no significaba que este no hubiese aprendido algo de todas esas veces; poco a poco él perdía la confïanza en todo.

Entonces ocurrió.

Arini

Dhii chícome emeralda seén dhii servidorres.
Dhii haos seén poderma, for dhii cocor.
Dhii behïedorre servicua para escacelér di haos.

Vash seén dhii behïedorre, gran Emeralda Master, & bis vash seén capáth no estopár dhii Dis Emeralda del Haos, et bis va'nos podén thocorrér in dhis situacón.
Ho, gran Emeralda Master. Va'me tusmá upér por fauc no ol partíthipe.
Va'me tusmá teniér ol tei poderma.

Casi de inmediato que Ix recitó aquellas palabras, la Esmeralda Maestra comenzó a brillar y llenó de poder a Ix, brindándole un aura verde. Todos miraron sorprendidos a Ix.

Con este poder ahora, Albión finalmente podrá levantarse entre todas las ciudades del mundo una vez más. –Diría aquel emperador.–

Ix entonces se acercaría flotando a la ciudad y usando la energía que la Esmeralda Maestra le había otorgado, este haría que la ciudad comenzase a trabajar funcionalmente en cuanto a la energía eléctrica, las plantas y los distintos servicios que tendría aquella ciudad. Una ciudad enorme que se levantaría un poco más lejos de la zona selvática.

Bueno, parece ser que decía la verdad. –Diría Knuckles.–

¿Aún desconfïaba, señor Knuckles? –Diría Shade a Knuckles.–

Lamento decir que sí. He sido engañado múltiples ocasiones en el pasado. Me alegra no haberlo sido esta vez. –Diría Knuckles seriamente para después sonreír y admirar desde lejos la gran ciudad.–

Me alegro por ello. –Diría Shade.– Recordad que todos sois invitados a entrar a la ciudad, sobre todo usted, señor Knuckles. –Diría Shade para guiñarle el oko y acto seguido retirarse.–

¿Ella me estaba coqueteando? –Pensaría Knuckles mientras observaba como aquella chica se alejaba.–

Parece ser una chica agradable hasta eso. –Diría Tails.–

Sí, eso creo. –Respondería Knuckles.–

Todos comenzaron a preparar su regreso a Emerald Beach, que era donde Tails tenía su laboratorio y su casa. Planeaba ir también Blaze para ayudar como había dicho a Sonic, a convencer a Tails de volver nuevamente al doctor para tomar su medicación.

Silver por su parte, estaba dispuesto a regresar al futuro, sin embargo, decidió que se quedaría con Knuckles por si algo llegaba a ocurrir.

Muy bien, entonces nos vamos. –Diría alegremente Tails mientras comenzaba a encender el Tornado.–

Sujétate bien, princesa. –Diría Sonic mientras Tails despegaba.–

El trío se encontraba surcando los hermosos cielos, a Sonic le gustaba mucho el aire fresco que se podía respirar a esas alturas, la hermosa vista y el cielo tan azul como el mar que reflejaba al mismo cielo.

…Blaze por otro lado… Creo que ella preferiría estar en cualquier otro lugar menos alto que ese. Así que se encontraba agarrada fuertemente de las alas de la avioneta sin despegarse ni un instante.

Ey, princesa, ¿no me diga que una princesa tan valiente tiene como talón de Aquiles las alturas? –Diría Sonic viendo a Blaze.–

Por supuesto que no, …solo me encuentro…, …este…, siendo preventiva, sí eso, siendo preventiva; no quisiera llegar a caerme al agua y tener que nadar hasta la orilla. –Diría Blaze.–

Je, supongo tiene razón si usted lo dice. –Diría Sonic sin realmente creer una palabra de lo que dijo.–

Blaze tomaría un poco de aire y después se levantaría lentamente de su posición.

¿Lo ves? No le tengo miedo a las alturas, solo soy preventiva. –Dice Blaze con un tono serio mientras tiene los ojos cerrados y frunce el seño, que en realidad solo lo hace porque no quiere ver abajo.–

Oh, ya veo princesa. ¿Pero porque no abre los ojos? –Diría Sonic.–

Porque no quiero ver a la persona que se atrevió a desconfïar de mis capacidades. Claramente es ofensivo para mí verle la cara. –Diría Blaze.–

Oh, ¿en serio? –Dice Sonic acercándose a Blaze para tocarle el hombro y empujarla levemente.– ¿Entonces no importa si hago esto?

¡Eh, para, ¿qué demonios crees qué haces‽ ¡Podrías haberme hecho caer! –Diría Blaze a Sonic.–

Tranquila, princesa, solo jugaba. Además si eso llegase a pasar, yo me encargaría de evitar que tuviese miedo de bajar como ayer. –Diría Sonic refiriéndose a cuando bajó en brazos de Sonic a la ciudadela acuática en la Isla Ángel porque ella no podía hacerlo.–

–Blaze de solo recordarlo se puso levemente roja, aunque su pelaje blanquecino no dejaba observarlo claramente.– …Idiota… –Diría entre susurros Blaze avergonzada.–

El trío entonces llegaría a Emerald Beach, Tails aterrizó su Tornado en la pista que él tenía, algo fuera de la ciudad y acto seguido partieron a casa.

¿Qué queréis hacer cuándo lleguemos a casa? –Diría Tails.–

¿Qué tal si vamos por unos chillidogs? Hace mucho que no como uno, en la isla de Knuckles solo habían uvas. –Diría Sonic.–

¿Y después nos ponemos a jugar videojuegos? –Diría Tails.–

Por supuesto, hace mucho que no juego “Carlos: El Topo que Gira”. –Diría Sonic mientras se acercaban al centro del pueblo.–

Todo parecería que todo iría bien a partir de ahora para el trío y Blaze podría disfrutar de unas agradables vacaciones antes de que llegase el verano.

…De no ser por aquellas noticias que traería Silver al otro día, aquellas noticias que nadie habría querido saber…

Flámico (Nuevos Capítulos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora