20: Misión

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Después de cuatro siglos de trabajar para Marina, ya sabía muy bien su modus operandi. Era una mujer que se ganaba la lealtad de la gente a base de amenazas y mentiras. Además, tenía a muchos seguidores que la admiraban por su fuerza y su maldad, seres tan malvados como ella.

Por fin, había llegado el momento de dar los últimos pasos para acabar con ella. Aunque todavía quedaran varios años por delante, el fin estaba muy cerca.

―Manuel ―me dijo una tarde―, tienes que encontrarla. Ella debe estar por nacer... O quizá ya nació... Puede ser que... ―hablaba casi para sí misma.

―¿Tienes miedo? ―pregunté sin pudor.

―¡Por supuesto que no! Ella jamás ha sido capaz de ganarme, ¿qué te hace pensar que me ganará esta vez?

―Yo no he dicho nada, solo te pregunté, es que me parece raro que estés tan nerviosa.

―No estoy nerviosa, solo quiero dar mis pasos bien pensados. Mi madre quiere protegerla de mí hasta el último minuto. ¿Te das cuenta de que solo en esta vida ella estará viva para acabar conmigo en el momento preciso?

―¿Y por qué no la acabas tú primero?

―No puedo hacerlo. El día de la batalla...

―¿Y no bastaría con que no te presentaras?

Ella bajó la cabeza. Jamás había hablado de ese tema con ella.

―Si no vas al lugar donde será la batalla, no correrías peligro ―insistí.

―No puedo hacer eso.

―¿Cómo no?

―Si yo no voy a dar la pelea, me muero. Al menos, si peleo, tendré una oportunidad. Con mi hermana, estoy segura de que puedo ganar, pero debe ser ese día.

―¿Cómo es eso de que te mueres?

―Necesito de su energía para poder vivir. Durante todos estos años, me he alimentado de ella, o de lo que quedaba de ella. En su última vida, no pude matarla.

―Lo hiciste.

―No, ella se salió de su cuerpo y, peor, ella estaba embarazada... Eso la hizo más potente. Luego, simplemente se fue. Se fue al lado de mamá. Si no la mato ahora, en el eclipse lunar...

―Por eso estás tan preocupada de que sobreviva hasta ese momento.

―Así es, lo que no significa que no la quiera ver sufrir.

―Y eso sería por...

―Haces demasiadas preguntas, Manuel, ¿me vas a decir que quieres defender a tu preciada hijita?

Las Lunas de Abril IV : Luna eternaWhere stories live. Discover now