A Tsuna, el heredero de la familia mafiosa mas poderosa, la Vongola, se le es encargado una misión de reconocimiento en la ciudad de Shinto Teito la cual debía cumplir. Poco sabia el mafioso sobre los extraños acontecimientos que ocurrían allí y muc...
-¿Es aquí?-pregunto nuestro castaño mafioso favorito mientras miraba una casa en frente suyo. El joven desvío su mirada hacia su celular donde podemos ver en la pantalla que estaban siguiendo una dirección con ayuda del GPS.
A su derecha estaba su sekirei Musubi mirando los alrededores con curiosidad como si fuera una niña, y tomando su mano esta la pequeña Kusano la cual tenia un pequeño helado que comía alegremente sin prestar tanta atención a su alrededor dando cierto aura de ternura.
-Eso parece Tsuna-san. Su celular le dice que es en este lugar ¿verdad?-pregunto Msubi con una sonrisa jovial y alegre, algo muy característico de su persona.
Flash back.
Varias horas antes, el trio había salido al medio día en busca de comida para poder almorzar ya que los tres tenian algo de hambre, ademas que Tsuna no quería que la pequeña Ku-chan vuelva a pasar por una necesidad de esa clase por lo que estaba tratando de que la niña tenga todo lo necesario. En ese momento el castaño sintio como alguien agarro su mano y se giro para ver quien era mientras seguian caminando.
-¿Ku-chan?-pregunto algo confundido, a lo que la pequeña lo miro con una sonrisa.
-Onii-chan se siente bien tomar tu mano-hablo la pequeña sonriente, pero luego noto como su ashikabi se exalto-¿O te molesta?-pregunto la niña tiernamente preocupada.
-No, claro que no-respondió apresurado el castaño preocupado de no lastimar los sentimientos de la niña-Esta bien Ku-chan-hablo el Sawada acariciando la cabecita de la niña con afecto fraternal alegrando a la pequeña.
-Hmmmmmmm ¡Tsuna-san esta siendo injusto!-exclamo Musubi molesta cómicamente viendo la pequeña interacción ante lo cual Tsuna se puso nervioso-Musuni quiere que también acaricies su cabeza-hablo la castaña inflando sus mejillas.
Cabe resaltar que ese lugar donde estaban habían muchas personas, entre los cuales estaban varios hombres que miraban con envidia al castaño que se sintió muy apenado al sentir esas miradas que se sentían como flechas.
-¡Mu...Musubi-san!-hablo Tsuna apenado tratando de calmar a la sekirei para no llamar la atención.
-No molestes a Onii-chan-hablo Kusano mirando a Musubi en forma chibi algo molesta comenzando una pequeña discusión entre las sekirei.
-Ya basta chicas, por favor-Tsuna hablo nervioso tratando de calmar al par, aunque la pequeña mordía el brazo de Musubi a la cual parecía no dolerle-Mi... miren, allí hay un pequeño comedor-señalo Tsuna a un pequeño local.
-Oh, por fin podre comer algo. Tengo mucha hambre-hablo Musubi con una sonrisa tonta haciendo que le salga una gota de sudor a Tsuna.
-¿Ku-chan puede comer helado?-pregunto la sekirei verde mientras ponía uno de sus dedos sobre sus labios haciendo que se vea tierna.
-Luego de comida ¿si?-hablo Tsuna con una pequeña sonrisa hacia la niña mientras caminaban hacia aquel comedor.
El trio entro y en ese instante el olor de la comida casera entro por sus narices. El lugar no era muy grande, pero tenia unas cuantas mesas acompañadas de sus respectivas sillas en donde poder sentarse. Justo en frente de la entrada, donde estaban nuestros protagonistas, se encontraba el lugar en donde se hacían los pedidos ademas de donde habían algunas comidas de muestra, y a su vez una puerta que posiblemente llevaba a la cocina del lugar. Por cierto, en aquel comedor habian solo unas cuantas personas nada relevantes.
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