A Tsuna, el heredero de la familia mafiosa mas poderosa, la Vongola, se le es encargado una misión de reconocimiento en la ciudad de Shinto Teito la cual debía cumplir. Poco sabia el mafioso sobre los extraños acontecimientos que ocurrían allí y muc...
-¿Cómo es qué siempre terminó metido en estas clases de situaciones?-se preguntaba cierto castaño mientras iba caminando por las calles de Shinto Teito acompañado de su pequeña sekirei, Kusano, ya que Musubi se quejo en Izumo para que Miya pudiera explicarle algunas cosas y porque la misma castaña se lo pidió pues quería hablar con la casera.
-¿Qué pasa onii-chan?-preguntó con preocupación la sekirei verde tomando la mano de su ashikabi, quien se giró a verla tras esta acción sonriéndole con ternura.
Las muestras de afecto por parte de la pequeña no le afectaba tanto ya que estaba acostumbrado a tratar con pequeños, tenia unos cuantos hermanos que le dieron mucha experiencia después de todo.
-No pasa nada Kuu-chan, es solo que me sorprende tantos cambios repentinos jejeje-explicó con tranquilidad el Sawada mientras sujetaba con tranquilidad la mano de la pequeña quien sonrió por al sentir la calidez de la mano del chico-Me gustaría que pudieras conocer a mis hermanitos algún dia-mencionó Tsuna con una pequeña sonrisa.
-¿Onii-chan tiene hermanos?-preguntó la pequeña recordando algo que le preocupaba-Y...yo también tengo un hermano-murmuró la pequeña lo suficientemente alto como para que Tsuna oyera.
-¿Tienes un hermano? ¡Que bien Kuu-chan!-exclamó el Sawada sintiéndose alegre de que la pequeña no esté sola en el mundo, bueno, alguien a parte de el-¿También es un sekirei? ¿Donde está?-preguntó interesado.
-Kuu-chan se separo de el y ahora no se donde está-habló con tristeza la pequeña parando de caminar-Yo... Quiero volver a ver a mi oniichan-mencionó triste.
Al ver como la pequeña se puso Tsuna no evito preocuparse bastante, por lo que se paro frente a ella y se puso de cuclillas colocando su mano sobre la cabeza de la pequeña.
-Kuu-chan-llamó mientras con uno de sus dedos limpiaba una pequeña lágrima que caía de la mejilla de la niña-No estes triste, yo te ayudare a encontrar a tu hermano mayor, asi que no llores, ¿si?-preguntó Tsuna con una dulce sonrisa.
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-Onii-chan...-murmuró la pequeña con un pequeño rubor saltando a abrazar al castaño quien se exalto un poco, pero luego le puso la mano sobre su cabeza nuevamente para acariciarla.
Muchos de los transeúntes que pasaban por el lugar miraban enternecidos la escena, la mayoría pensando que se trataba de un par de hermanos, cosa que Tsuna notó por lo cual se puso algo nervioso.
-Va... vamos, no queremos hacer esperar a las chicas-habló el castaño algo nervioso mientras comenzaba a caminar tomado de la mano a la niño, hasta que tuvo una idea de repente.
-Oh, si, te presentare a un amigo para que no te sientas tan sola-habló el castaño sonriendo mientras de su anillo una bola de flamas salía hacia los brazos de la pequeña quien al principio se asusto un poco, pero tras ver en lo aquella bola de flamas naranja se convirtió no le quedo mas que deleitarse-Natsu-
