Capítulo 7. Hogar, dulce hogar.

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-H... hola -Tsuna saludaba muy nervioso entrando a Izumo.

El mismo se encontraba de esta forma ya que tanto Musubi y Tsukiumi se encontraban abrazando con fuerza al chico mientras Kusano tenía entre sus brazos al pequeño Natsu que parecía estar comodo. Tsukiumi y Musubi también cargaban unas maletas pues las mismas se habían ofrecido insistiendo hasta el punto que el mafioso tuvo que ceder, pero claro esto no significaba aue soltaría a su ashikabi.

-¿Ara? -la dueña de Izumo veía con rostro dulce aquello sin demostrar impresión alguna acariciando su mejilla.

-Tsuna, ¿Quién es esta mujer? -preguntó algo seria Tsukiumi viendo fijamente a la peli-violeta que sonrió ante la pregunta.

-E...es la dueña de la casa Tsukiumi-chan -respondió Tsuna nervioso- "¿Por qué la mira así? ¡Qué no haga nada por favor! ¡Dios! ¡Te lo pido!" -rogaba el Sawada teniendo muy en cuenta la personalidad de su sekirei y lo explosiva que era.

-Tsunayoshi-kun, ¿Quién es ella? -preguntó esta vez la casera con un rostro algo peligroso, pero sonriendo poniendo más nervioso a Tsuna.

-¡Soy su esposa! -exclamó la rubia con seguridad justo antes que se Tsuna que se apenó.

-¿¡E...esposa!? ¡E...eso es! -Tsuna trato de decir soltando las maletas negando con sus manos muy sonrojado.

-¿De que te sorprendes? Soy tu mujer -habló levemente sonrojada la sekirei.

-¡Vaya! -Miya cubrió su boca con su mano asombrada.

-¡Natsu-chan ataca! -exclamó Kusano chibi con molestia.

-¿Gao? -Natsu miró con nervios a la pequeña, su expresión era demasiado similar a la de Tsuna, lentamente el pequeño cachorro de león miró a Tsukiumi notando que la misma también lo miraba teniendo bastante miedo al recordar como su amo había sido golpeado por un ataque de la misma- ¡G...gao! -Natsu negaba con su cabeza para luego sentir como era arrebatado de los brazos de Kusano estando ahora entre los brazos de Tsukiumi.

-¡Hmp! Niña tonta, la mascota de Tsuna, Natsu jamás me haría daño porque me quiere, ¿no? -preguntó la sekirei mirando al pequeño quien rápidamente asintió como si su vida dependiera de ello- ¿Lo ves? -Tsukiumi miraba con superioridad a Kusano levantando alto a Natsu para que la sekirei verde no lo alcance.

-¡Dame a Natsu-chan! ¡Dámelo! ¡Onii-chan, la nueva es mala! -exclamaba Kusano acusando a Tsukiumi.

-"Perdón Natsu, lo lamento" -Tsuna miraba cómicamente con pena a su caja arma quien lo miraba suplicante por ayuda.

-Por alguna razón... ¡Mi corazón se siente caliente Tsuna-san! -exclamó Musubi sujetando sus mejillas con un rubor.

-¡N...no digas esas cosas que se pueden mal interpretar! -exclamó Tsuna muy apenado.

-¡Musubi también es tu mujer! -exclamó Musubi saltando para abrazar a Tsuna quien estaba más rojo que el tomate más maduro apenas manteniéndose consciente.

Todo esto mientras la sekirei Matsu se encontraba espiando detrás de la puerta.

-¿No te unirás? -Kagari, un chico de pelo blanco, y muy apuesto preguntó cruzado de brazos recostado por la pared.

Este mismo solo había visto y hablado unos momentos a Tsuna, a penas para el saludo aunque ciertamente no le parecía nada fuera de lo común a parte de haberle dado alas a su auto nombrada rival.

-No, no es necesario. Estoy bien mirando desde lejos, además yo se muchas cosas más de Tsuna-tan que ellas -respondió con una sonrisa confiada la sekirei- Además sí, prefiero solo espia, digo, observar desde lejos -la misma se acomodo los lentes con un rubor.

El Mafioso Ashikabi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora