Capítulo 14. Llamas de amor.

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El agua fría remojaba su cuerpo, un cuerpo al cual miró con asco y repudio. Era un completo fenómeno.

Su mano fue hacia una de las protuberancias llamadas pecho y la apretó con violencia, no quería esto, odiaba esta mierda.

Desde pequeño había sido así, un día era niño y al otro una niña. Su cuerpo cambiaba completamente.

Su rostro se llenó de ira, su pecho sangraba por culpa de sus propias uñas. Impotente goleó con todas sus fuerzas la pared quebrándose en el acto por la fuerza anormla ejercida, pero no le interesó.

Unas cuantas llamas comenzaron a salir de su cuerpo, pero rápidamente eran sofocadas por el agua de la ducha.

Sus brazos ahora eran más finos, sus muslos ganaron masa, su cintura se hizo más delgada y sus facciones más femeninas. Una completa belleza, como cualquiera de sus hermanas.

Pero ahora "ella" no quería eso, lo detestaba, lo odiaba, no, se odiaba.

Un cuerpo que se adapte a los deseos de otro significaba que no tenía ni derecho a elegir su género. Se le fue negado algo tan básico como eso.

-¡Una mierda! -exclamó rechinando dientes mirando hacia arriba dejando el agua enfríe su frente y cabeza, quizá así lograría calmar sus molestias.

Por su cabeza la imagen del azabache Vongola cruzó causando que su cuerpo se estremezca.

-Sawada Tsunayoshi -murmuró llevando sus dedos a sus labios.

El simple hecho de mencionar su nombre le causaba un extraño alivio a su ser.

La preocupación que mostró hacia ella le gustó, lo negaría. Pero sabía que se debía a la reacción sekirei a ashikabi, aun así eso ko quitaba la empatía que tuvo el joven.

Al momento de percatarse de su estado actuó rápido y sin pensarlo. Era un joven amable, de buen corazón y eso era bastante notable desde el primer momento que lo vio.

Enseguida vendría junto a ella nuevamente, ¿qué haría? Era obvio que era consciente del asunto de los sekirei.

Quizás solo debía contarle que el era uno y ya, que le de alas y finalmente su cuerpo y mente encuentren la paz.

-¡No! ¡eso no puede ser así! -exclamó nuevamente apagando la ducha.

Salió del baño respirando algo más aliviada, abrió su armario y vio su traje de su alter ego, Homura y sus ropas de civil.

Tenía que tomar una decisión.

Bufó y agarró las ropas negras con rapidez. Tenía que acabar con Minaka, incluso si le costaba la vida.

"Knock, knock"

La puerta fue golpeada llamando su atención.

"¿Qué tal te encuentras Kagari-san? ¿la fiebre ha bajado?"

La voz juvenil del castaño preguntó con preocupación.

-Sí, estoy mucho mejor, pero creo que hoy dormiré más temprano de lo planeado -respondió acercándose a la puerta, aunque no la abrió.

-¿Seguro? Me alegro bastante, aquí en la puerta te dejo unos cuantos remedios, trata de tomarlos si vuelves a empeorar -pidió amablemente el chico.

Ella se recostó por la pared mirando el techo.

-"Lo siento, Sawada" -pensó mientras cubría su rostro con su mascara- Sí, gracias.

-E... entonces te dejo, descansa por favor -pidió con un tono de preocupación Tsuna.

El Mafioso Ashikabi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora